La vuelta de Recio fue de las pocas noticias positivas del pasado sábado en el duelo contra el Atlético de Madrid. El paleño, que ha estado dos meses en el dique seco por una lesión en el codo, reapareció en la segunda mitad tras sustituir a José Rodríguez, aunque su puesta en escena no tendrá continuidad el miércoles en la «final» contra el Sporting por acumulación de tarjetas.

Ha reaparecido tras dos meses fuera por lesión. ¿Cómo se encontró?

Bien, bueno, mucho tiempo sin jugar. Tenía ganas de empezar a jugar y de tener minutos. Un poco rara la sensación del brazo, con un poco de miedo al principio de chocar o de caer, pero eso me lo iré quitando. Pero lo que me duele es no poder jugar el miércoles porque para el equipo es una final.

Vaya frenazo a su regreso porque no podrá estar en Gijón por acumulación de tarjetas…

Sí, increíble. Está siendo un año nefasto para mí. Nunca había tenido tantas lesiones y creo que sólo he jugado siete partidos. Son cosas que se dan y ahora me tengo que perder un partido que tenía muchas ganas de jugar. El equipo se está jugando mucho y muy jodido por eso.

¿Se encontraron al Atlético que esperaban?

Bueno, el Atlético llevaba dos o tres años sin ganar aquí y teníamos la esperanza de puntuar o de ganar. Cualquier punto es bueno de aquí al final de temporada. Se hicieron cosas muy bien pero este equipo, cuando se pone por delante, es muy difícil crearle ocasiones.

Llevaba partidos sin jugar, lo que le daba cierta distancia con el equipo. ¿Desde fuera se ve la situación diferente, con algo más de perspectiva?

Sí, lo que se ve al final son las sensaciones de que en muchos momentos del partido son buenas pero con eso no nos vale. Equipos como el Atlético u otros equipos nos han penalizado. Y en una dinámica tan negativa como la que nosotros estamos te penalizan cualquier error muy caro. A ver si esa dinámica cambia y tenemos una pizca de suerte o que estemos los 90 minutos muy concentrados y que no concedamos nada al contrario. Porque en estos momentos lo estamos pagando muy caro. Y el partido del miércoles tenemos que saber la importancia de lo que nos estamos jugando. Y no hay ningún problema en calificarlo como una final porque es así.

¿Qué le falta al equipo para reaccionar y volver a ganar?

En este momento lo que nos falta es no cometer errores, no regalar nada al contrario. En esta dinámica negativa te lo hacen pagar. Cuando la dinámica es positiva a lo mejor no te penaliza, pero ahora mismo nos está penalizando.

¿Qué sensaciones les está transmitiendo Míchel?

Sensaciones buenas. Contra el Atlético se hizo un cambio de sistema, se hicieron cosas bien, en la salida de balón y se apretó bien en determinados momentos. Pero una vez que ya encajas el gol al Atlético le da igual. A ellos no les importa estar los once jugadores por detrás del balón. Eso se convierte en un quiero y no puedo. Ellos se sentían cómodos así, arropaditos. Y luego llegó el segundo en una jugada aislada.

Ahora llega el partido contra el Sporting, a vida o muerte...

Hay que intentar ganar allí como sea porque una victoria en Gijón nos daría mucho, nos daría vida anímicamente. Y también la clasificación, porque ahora lo que vale son los puntos, ni sensaciones ni nada. Y encima contra el Sporting, que es un rival directo.

¿Es una final entonces o es prematuro calificarlo así?

Quedan nueve jornadas y nos medimos ante un rival como el Sporting, no hay ningún problema en decirlo, es una final. Creo que a partir de ahora, a no ser que ganemos dos o tres partidos seguidos, son todo finales. Nos quedan nueve partidos y hay que saber que aquello va a ser una guerra y que tendremos que luchar mucho allí. El equipo tiene que estar concienciado de eso y de intentar sacar los tres puntos.