La llamada de una de las víctimas a la Policía Nacional ha permitido desarticular una organización acusada de explotar sexualmente a mujeres en Marbella. La operación ha supuesto la detención de tres personas de nacionalidad portuguesa y liberar a nueve mujeres que captaban a través de internet en sus países de origen ofreciéndoles un trabajo remunerado en España. Según informó ayer la Dirección General de la Policía, una vez llegaban a nuestro país pasaban un «casting» en el que el máximo responsable las agredía sexualmente y posteriormente las obligaban a ejercer la prostitución. Durante el registro de las instalaciones, los agentes comprobaron que las mujeres malvivían hacinadas en el sótano de la vivienda en la que eran explotadas. Al parecer no podían salir de él, salvo cuando estuvieran con algún cliente, y si en algún momento mostraban malestar por el control al que eran sometidas eran amenazadas con una pistola simulada.

Las investigaciones se iniciaron en junio de 2014 cuando dos de las chicas le comunicaron a un viandante la situación a la que estaban siendo sometidas. Poco después, en agosto, se recibió a través del teléfono gratuito habilitado por la Policía Nacional para las víctimas de trata de seres humanos una llamada de una mujer de origen magrebí que denunció estar siendo sometida a abusos por parte de esta organización.

Gracias a esta información, los agentes pudieron averiguar que los proxenetas las sometían a un control absoluto y les obligaban a hacer frente a una falsa deuda por diversas razones, como el pago de multas por comportamientos indebidos, gastos de alquiler y lavandería o incluso por publicidad (por exhibir fotos de las víctimas en páginas de contactos). Según la versión policial, los arrestados tenían habilitado el sótano del chalé que utilizaban como prostíbulo a modo de dormitorio donde las víctimas carecían de las mínimas condiciones de higiene y disponían de escasa ventilación, llegando a pernoctar hasta ocho mujeres en el mismo espacio.

Tras los arrestos, los agentes intervinieron material informático, teléfonos móviles, 3.205 euros en efectivo, la referida pistola simulada, un vehículo de alta gama y documentación que acredita los delitos imputados a los miembros de esta organización. Se localizaron además tres cajas fuertes en el interior de una dependencia escondida, a la que sólo se podía acceder mediante un sofisticado sistema de apertura oculto tras un espejo. A los detenidos se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, relativos a la prostitución y contra los derechos de los trabajadores. Además, a uno de ellos se le imputan los delitos de agresión y abuso sexual.