­Carola Herrero es arquitecta de profesión y presidenta de la Asociación de Comerciantes y Profesionales del Casco Antiguo de Marbella (Acoprocamar). Diseñadora de la primera peatonalización del centro histórico y miembro de plataformas sociales, analiza la actividad económica de la zona, cómo ha ido la temporada turística y los riesgos de futuro para poner sobre la mesa medidas que mejoren la calidad de vida de los residentes sin perjudicar a los negocios del entorno.

Este verano Marbella ha experimentado un aumento considerable del número de viajeros, ¿Cómo ha sido la actividad económica del Casco Antiguo durante la temporada alta respecto a otros años?

El que primero ha despegado ha sido el sector de la hostelería, entonces se nota todavía la crisis de las compras. En hostelería casi un 80% decía que iba igual o mejor y el 20% peor. En cambio, en el comercio solamente hablaban de mejoras un 25%, un 30% que igual y casi un 50% que peor.

¿A qué achacáis que los buenos datos de la hostelería no se hayan reflejado en el comercio?

Esa es una tendencia que se lleva viendo en Marbella desde hace años y creo que en toda España. La crisis ha retraído más el consumo de compras, pero en cambio el de salir, comer, tomar tapas y copas no. La gente compra lo necesario y gasta menos, pero en salir sí, sigue saliendo.

¿Cuál es el cliente tipo del Casco Antiguo?

En general, ha quedado para el consumo muy esporádico de un regalo, un par de zapatos, no son cosas que te compras todos los días. El propio vecino de Marbella en una circunstancia especial viene a comprar. El turista general del Casco Antiguo es de poder adquisitivo alto. Se ven familias y también gente mayor. Es un turismo de calidad que nos interesa porque el Casco Antiguo es pequeño y tampoco puede masificarse. Nos interesa que venga gente que deje dinero.

¿Qué actividades se planean para dinamizar la zona en temporada baja?

La Noche Abierta -celebrada el 18 de noviembre-. El Black Friday el 25 de noviembre y luego la campaña de Navidad con concursos de villancicos, Papá Noel, el concurso de escaparates.

¿Cómo están afectando las obras de Huerta Chica a la actividad del Casco Antiguo?

Perjudica porque nosotros tenemos dos accesos, uno la avenida Nabeul y otro Huerta Chica, que es el acceso a un parking,

¿Cómo pensáis que podría revitalizarse la zona?

Nosotros ya no hablamos de revitalizar la zona porque tiene mucha vida. Un problema es la estacionalización, hay que desestacionalizar, que no vengan todos juntos en julio y agosto. Hay que buscar temporadas de invierno con determinados eventos que hagan que la gente venga.

¿Cuáles son las necesidades de los comerciantes?

Lo primero es que se acaben las obras ya porque estan cortados los accesos. Necesitamos que no se pongan mercadillos en el término municipal porque ya hay cuatro. No queremos más mercadillos ni queremos más grandes superficies, ya tenemos bastantes con los que hay. Luego necesitamos aparcamientos y transporte público y señalizar todos los accesos. La venta ambulante hay que erradicarla porque también es una competencia. Hay muchos músicos ambulantes pidiendo, eso tampoco lo queremos.

Algunas son demandas históricas que llevan haciendo los comerciantes desde hace años, ¿Detectáis nuevas problemáticas en la zona?

Son temas pendientes. En el Casco Antiguo se está produciendo un fenómeno, que se están encareciendo los locales. Como la hostelería funciona bien, la mayoría de los locales ponen hostelería en vez de comercio y está desapareciendo un poco. Es un problema que se empieza a vislumbrar y que puede perjudicar mucho al Casco Antiguo porque el éxito ha sido la mezcla. Uno de los grandes valores del Casco Antiguo es la diversidad y el equilibrio que había entre distintos sectores, distinto tipo de gente. No se puede perder.

¿Qué medidas se pueden implementar para mantener ese equilibrio?

Se tiene que regular el tema de la hostelería. Hemos hecho propuestas en las normas nuevas urbanísticas que se van a aprobar para poner en funcionamiento el Plan General del 86. Ahí se fijan unas densidades, el uso de hostelería es compatible pero no en plantas altas, solamente en bajas, no pueden darse más ocupaciones de vía pública, que eso ya está en vigor, aunque no se está aplicando. No se pueden ocupar todos los locales con hostelería.

Entonces, ¿Ha presentado Acoprocamar alegaciones al proceso de modificación de las normas urbanísticas del Plan General del 86?

Lo hemos hablado con el Ayuntamiento y lo han recogido en sus propias alegaciones pactadas por el tripartito y Costa del Sol Sí Puede (CSSP). Es un paso pequeño, un intento de ir regulando los usos porque hasta ahora no nos lo habíamos planteado realmente porque el mercado es el que establece los usos, pero ya se ve que los mercados cuando ven un nicho en el que hay mucho dinero se vuelcan con ese y a lo mejor se cargan otros sectores.