Lo que hasta ahora es suelo de labranza en el Puerto de la Torre se está pagando a precio de oro por parte de promotores que quieren coger posiciones de cara a la revisión del PGOU que está en marcha.

El Puerto de la Torre se ha convertido en una de las mayores reservas de suelo de la ciudad, lo que ha disparado el valor del metro cuadrado que está libre en este distrito y que en su mayoría se dedica a cultivo. Hay casos en los que se está pagando hasta 30 veces por encima del valor del metro cuadrado de suelo agrícola, en especial, en las cercanías del trazado previsto para la futura hiperronda.

La finca Cañaveral, de 280.000 metros cuadrados y actualmente dedicada a cultivos como el aguacate, mandarinas y chirimoyas, se vendió hace unos meses a 84 euros por metro cuadrado, cifra muy alta si se compara con los 3 y 5 euros que se suelen pagar por terreno dedicado de forma exclusiva al cultivo.

La revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que está actualmente en marcha previsiblemente consagrará al Puerto de la Torre como una de las grandes zonas para la expansión urbanística de la ciudad. Esto obliga a las grandes promotoras a coger posiciones para asegurar su cuota de mercado en la ciudad a medio y largo plazo. El objetivo es el actual suelo rústico que hay en la zona y que esperan que se revalorice al ser recalificado como urbanizable.

El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Cayetano Rengel, explicó que el `boom´ comprador está afectando especialmente a todos los terrenos cercanos a la futura hiperronda "que asegura una buena comunicación y porque ya no hay grandes extensiones de suelo urbano en la ciudad hasta que no se apruebe la revisión del PGOU".

Ventas. Pero el ejemplo de Cañaveral no es el único que hay en el Puerto de la Torre. Fuentes consultadas por este periódico entre los promotores malagueños indican que los precios de 84 euros por metros cuadrado se están abonando a las fincas cercanas, que ocupan el espacio entre la trasera de El Cónsul y el Puerto de la Torre. Así, hay por lo menos otras tres fincas, con un total de 440.000 metros cuadrados, que ya están en manos de constructoras en previsión de su futuro desarrollo urbanístico.

Todas estas compras coinciden además en las cercanías de una de las intersecciones proyectadas para la hiperronda, que conectará esta vía de acceso a la capital con el antiguo Camino de Antequera y actual C-3310 entre Málaga y Almogía. Allí hay un millón de metros cuadrados codiciados por sus posibilidades futuras.

Zonas de expansión. Puerto de la Torre, Campanillas y el norte de Churriana son los únicos espacios con los que cuenta la ciudad para acometer grandes expansiones urbanas, ya que el actual PGOU que está en revisión se encuentra prácticamente agotado, con la mayoría de los suelos urbanizados o en proceso.

La mayor reserva se concentra en el Puerto de la Torre, donde se encuentran 4 millones de metros cuadrados, en su mayoría calificados como rústicos y que previsiblemente serán revisados por el nuevo Plan General de Ordenación Urbana.

En una situación parecida se encuentra Campanillas, con 3 millones de metros cuadrados y que empieza a ser muy codiciada, en especial el entorno del Centro de Transportes de Mercancías (CTM), Santa Rosalía y Maqueda, así como el norte de Churriana.

Costes altos que mantendrá el alza en el precio de la viviendaEl abono de precios hasta 30 veces por encima de lo habitual en el mercado por suelos rústicos tendrá, en el futuro un reflejo directo en el precio de venta final de las viviendas. Así lo reconoce el presidente de los agentes de la propiedad inmobiliaria, Cayetano Rengel, quien recuerda que la futura urbanización del suelo, con las infraestructuras y viales, implicará "multiplicar por cinco el precio de adquisición del terreno". Pero éste no es el único gasto que habrá que repercutir posteriormente en el precio final de la vivienda. También habrá que sumar la redacción del proyecto de ejecución, las tasas e impuestos municipales para obtener la licencia y el propio coste de la construcción de los edificios. Además, conforme más tiempo se tarde en completar cada una de estas etapas, se van incrementando los costes de forma proporcional. El resultado final es que el precio del metro cuadrado construido se mantendrá al alza, ya que como señala Rengel: "Ese incremento siempre se mantendrá en la vivienda, salvo crisis muy fuertes, lo único es que sea un incremento menos rápido que en estos cinco años". En este sentido, subraya que el mercado inmobiliario actualmente "está alcanzando el equilibrio".

La demanda en el distrito Este, menos intensaLa anunciada posibilidad de construir al norte de la ronda Este también ha provocado movimientos de compra-venta de suelo rústico en el distrito Este. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en la zona Oeste, la mayoría del suelo ha sido adquirido por particulares a la espera de poder desarrollar algún proyecto de baja densidad. La diferencia entre el tipo de compradores entre una y otra zona tiene su explicación en que la revisión del PGOU permitirá la construcción al norte de la ronda sólo para pequeños proyectos singulares o viviendas (pocas) unifamiliares. Este anuncio, realizado por el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hace tres años, ha cerrado la demanda a la mayoría de las grandes promotoras, según fuentes del sector, que señalan que en su mayoría son compradores particulares que especulan con la posibilidad de poder desarrollar alguna inversión. Otro de los problemas que tiene la construcción al norte de las rondas es el alto coste de las infraestructuras, ya que es un terreno muy accidentado y que requiere de un fuerte inversión para la instalación del saneamiento, abastecimiento de agua y eléctrico, así como los viales hacia una ya saturada ronda Este. Un aspecto que, sin embargo, no ha pasado por alto a posibles inversores es el proyecto de realizar un segundo cinturón viario que amplíe la capacidad de absorber el tráfico actual. Este proyecto todavía no ha pasado de un planteamiento inicial y, ni siquiera, hay una gran seguridad de que se ejecute finalmente a medio plazo.La Araña. La finca de La Platera y la cementera de Financiera y Minera, también propietaria de La Platera, son las únicas grandes reservas de suelo que permanecen en el distrito Este, en la zona conocida como La Araña y lindando con el Rincón de la Victoria. No obstante, su desarrollo parece planteado a largo plazo, en la medida que la actividad de la cementera condiciona enormemente el desarrollo urbanístico del entorno. Además, Financiera y Minera no tiene entre sus planes más inmediatos parar esta producción, que tiene en el tipo de suelo de la zona su materia prima. Miguel Ferrary. Málaga