Una política educativa desacertada

«La pésima situación de la educación española es consecuencia de la visión que ha inspirado las leyes educativas de los últimos 25 años», aseguró hace unos días la consejera de educación madrileña, subrayando algunas de las causas que más afectan a esta coyuntura como son la falta de autoridad a los profesores, la intromisión del Estado en materia educativa y la incapacidad de muchas familias a elegir la educación de sus hijos.

Habemos muchos que pensamos que el modelo inspirado en la política educativa socialista es «insostenible para nuestra economía e inaceptable para la democracia». Es insostenible porque ha generado un 30% de fracaso escolar, es inaceptable porque ha aumentado la desigualdad y ha atacado el derecho de los padres a elegir el centro educativo que mejor consideren para sus hijos.

Creo que es necesario defender la necesidad de tutelar la libertad de elección, considerando irrenunciable la libertad de elección de centro, en mi ciudad se dan múltiples casos en los que no se puede hacer este uso, que sin duda alguna es un instrumento para mejorar la calidad. Jesús Martínez Madrid. Málaga

Dar la cara ante el violador

Hay quienes, sin ningún motivo, se empeñan en dudar de las acusaciones que hacen las mujeres (adultas, adolescentes y niñas) y las enfrentan cara a cara con sus agresores para comprobar su veracidad.

Por eso, felicito a todas las que con tan gran esfuerzo han continuado hasta el final y no se han arrepentido de formular una denuncia por violación.

Felicito a todas esas que, sin achantarse ante la injusticia de los hechos, se han presentado a juicio y como castigo han sido terriblemente obligadas a estar presentes ante el culpable de turno y no se han echado atrás. No felicito a quien, haciendo uso de su poder, las obligó a pasar por tal innoble e indecorosa situación.

Felicito a estas luchadoras que podrán alzar su voz en cualquier ámbito, hoy, mañana y en el futuro, porque, a pesar del miedo, ningún hombre logrará cerrarles la boca.

Felicito a quienes con su actitud podrán defender y animar a otras mujeres que estuvieron, están y estarán en la misma situación.

Las felicito porque son un ejemplo social a imitar. Porque nos enseñan a no aceptar lo que es malo como si de algo natural se tratase.

Vuestra valentía, que no se puede medir de tan inmensa, será recompensada. Pues sois las voces de las que aún no pueden gritar su deshonra. Las fuerzas de las que no encuentran el camino hacia la claridad. La defensa de tantas y tantas que han tenido esas mismas malas experiencias y que, sin ser creídas, son injustamente humilladas y criticadas.

Porque contra tanto loco suelto, hay muchas mujeres con arrojo: Felicidades. Felicidades. Felicidades. Isabel Pavón Vergara. Málaga