Durante una conversación cotidiana, Gertrude Stein, amiga íntima de Hemingway, le dijo: «You're all a Lost Generation». Vosotros sois una generación pérdida. Como testigos de la conversación, un período de crisis económica, inseguridad, e incertidumbre. Esta expresión fue popularizada por Ernest Hemingway en sus obras en diversas ocasiones. Nunca lo olvidó. Resultaba curioso que la década de los años 20, cuando se fraguó aquella «generación pérdida», fue la que vio la emergencia de grupos criminales en el ambiente de la ley seca... Una generación sin esperanza es lo que pronostica la Organización Internacional del Trabajo

(OIT) para nuestro país, derivada de la crisis económica financiera y actual en buena parte de la Europa Mediterránea. ¿El por qué y las causas?. Se las tendrán que preguntar a los que han construido el horizonte actual de la sociedad Española que han heredado los jóvenes actuales. Esa cifra de desempleo no se fabrica en dos días, si le vemos la fecha de caducidad a este «yogur», posiblemente tenga al menos 15 años de caducidad. Los jóvenes de países como Grecia, Portugal y España pueden protagonizar una «generación perdida» que tienen que pasar una odisea para entrar en el mercado laboral y que no encuentra solución a la situación en la que está inmersos. Y mira que llevamos ya años con el asunto. Pero nada. Según los cálculos de la OIT, el desempleo juvenil en el mundo se situará este año en un 12,7 % en el mundo. En España la multiplicamos por 6. Tenemos en ocasiones hasta el 70% de paro juvenil. A ellos y a ellas, si que habría que darles explicaciones. Protocolaria, educada y amablemente, como quieran, pero que se las den. Con un chorro de estadísticas y de números o como se quiera. A ver que les contestan. Porque tal y como nos decía un joven emprendedor ayer bien alto, y en un acto público :»no entiendo, ni comparto el pobre horizonte que hemos heredado los jóvenes en este país. Todo es difícil. Cualquier cosa es difícil, incluso querer poner en marcha un proyecto y contratar a alguien es casi imposible». Así están las cosas. Ni contratar. Ni ser contratado. Pues ustedes me dirán. Y con este percal, las previsiones indican que esa tasa de paro persistirá años. El gobierno afronta el problema estructural con literalmente «ejecutar políticas sectoriales en áreas con potencial de crecimiento y donde el país tenga alguna ventaja comparativa». O sea. Más de lo mismo. Así de verdad, no solucionamos el problema, que es gordo y nos empeñamos en hacer sonetos con la historia. Es por eso, que según las estadísticas, la mayor parte de nuestros jóvenes están desencantados. Desorientados. Decepcionados. La advertencia que se repite desde hace años, nos deja bien claro, que los menores de 30 años se pueden convertir en una generación pérdida, sin futuro ninguno. Pero esa perdición que sobrevuela a los jóvenes no se limita solo al desempleo: la temporalidad y la precariedad laboral, y el subempleo amenazan con frustrar las posibilidades de ese colectivo de contar con una vida independiente y autónoma, con una vida propia de una democracia desarrollada. Tan sencillo como eso. Muchos de estos jóvenes se preguntan donde están los preceptos de la Constitución Española, los derechos humanos, los estatutos de autonomía,el marco político que se estableció con el Pacto europeo para la juventud; adoptado por el Consejo Europeo en marzo de 2005, los consejos del FMI (Fondo Monetario Internacional) y los informes largos y detallados del OCDE, y bla, bla, bla. ¿Donde quedan todas estas cuestiones?. Stephen Hawking relataba esta semana que al final no hay agujeros negros en el Universo. Esta teoría bien podría haberla hecha en riguroso directo desde España. El astrofísico pone en duda las teorías sobre la noción del llamado «horizonte de sucesos», donde la frontera invisible a partir de la cuál nada puede escapar de un agujero negro, ni siquiera la luz. La nueva propuesta de Hawking es que no existe este horizonte de sucesos, sino un horizonte 'aparente' que mantiene temporalmente prisioneras la materia y la energía. Sin saberlo ha detallado la situación actual de nuestro país. La de un horizonte aparente. Donde todo es aparente. Como decía ayer ese emprendedor amablemente contrariado, con su «políticamente correcto», «me han construido un horizonte en este país sencillamente desastroso». Tiene 25 años y ha nacido en democracia, lleva tres años buscando trabajo tras terminar sus estudios. Pues como los agujeros negros. Como saturno que devora a sus hijos. Si al final, va a ser verdad que somos un «país de todo o nada». Aún seguimos con el «blanco y negro», el «conmigo o contra mí» cainita. Fantástico. Con esta actitud, vamos a ver si llegamos al 80% de paro juvenil. Total solo nos queda un 10% más. Hemingway, aparte de ser el testigo de lo de «la generación perdida» no escribió sobre agujeros negros. Pero si nos dejó bien claro; «Si ganamos aquí ganaremos en todas partes. El mundo es un hermoso lugar, vale la pena defenderlo y detesto dejarlo». De justicia sería dejarnos la piel por nuestros hijos. Son el futuro de nuestro país. Ojalá salgan de entre ellos un John Dos Passos, un William Faulkner, un Hemingway, un Steinbeck y un Francis Scott Fitzgerald. Ellos fueron hijos de esa «generación pérdida». Siempre se puede. Ellos son el ejemplo.