Acabó el misterio. Cospedal sí vino al congreso del PP andaluz. Se subió al atril y dijo: «No se construye la esperanza con titulares grandilocuentes». Alguien podría haberle respondido: lo raro es que tú hayas hecho una carrera política sin dar ni uno. No es Cospedal la única que sacraliza lo obvio. Es decir, que lanza una obviedad del quince, un tópico, un lugar común y lo pronuncia con solemnidad o tono de arenga y ya parece (la culpa también es de la prensa) que nos está compartiendo la fórmula de la Coca Cola o un misterio cuántico.

Decía Umbral que el poeta se pone a escribir cuando se le ocurre una cosa pero que al prosista se le ocurren cosas escribiendo. Cospedal no es poeta ni prosista; si acaso es lectora deficiente de textos plomos que le escribe un negro. Y sin garra. O es autora de teorías sobre los despidos en diferido. Ayer fue a Sevilla a meter mal rollo. «Es autoritaria pero antipática» bromeaba un enviado especial ayer con este cronista por whatsapp.

En su discurso, la institutriz, como la llama algun dirigente malagueño, dijo Juan Manuel y no Juanma. O no tiene arte o no tiene confianza o no sabe o quiere marcar distancias. Va a ser esto. Si pudiera revocaría el nombramiento de Moreno Bonilla. Moreno también lo llamó. No Moreno Bonilla, sino Moreno. Cospedal no va a dar tregua ni apoyo al PP andaluz. De momento se muestra algo grosera con él es también una manera de no dar apoyo. Aunque bien mirado, mejor para el PP andaluz. Cada vez que un dirigente «baja» a Andalucía, digamos, mete la pata. Por no decir «la caga». Vamos, directamente nos insulta a todos. Vino Feijóo y dijo que no acabaría la transición hasta que no dejara de gobernar el PSOE en Andalucía. Eso lleva implícito que aquí estamos aún en un dictadura o en una democracia no plena. Algo que sólo puede sostener un cretino. Y un partidario del fraguismo.

Cospedal vino derrotada pero no cabizbaja. Es orgullosa y conserva mucho del apoyo de Rajoy, que no va a cometer el error de primar a ninguno de sus lugartenientes. Dentro de poco hará un gesto que la refuerce o desagravie. Arenas sonríe. Como casi siempre. A Arenas se le pone mejor humor cada vez que pierde unas elecciones.

El congreso del PP andaluz está siendo tratado por algunos medios como el congreso de una empresa aséptica y eficiente que tiene una reunión de incentivos en su franquicia del sur. Casi todo es limpio, moderno y de marca. Sin embargo, en el cónclave se despacha algo de singular importancia: la puesta a punto del proyecto político del centro derecha andaluz. La colocación de nuevo en la parrilla de salida de la competición política del primer y más importante partido. Se supone que a partir de ahora ya no está sola Susana Díaz en el tablero, sola en el espacio político. Hay un importante actor nuevo al que respalda una organización sólida y disciplinada cuyo concurso en el su sistema político andaluz es esencial. Y eso, por mucho que el bipartidismo decline.

Ahora comienza un ciclo electoral: europeas, autonómicas y generales. O en otro orden. Cospedal habló de esto también, pero el peperío presente lo que quería es ver cuantos cargos caían para su provincia e irse luego de cañas por los tabernazos de Hispalis donde los camareros llevan impolutas camisas blancas de manga corta y señores con boina de caballista y pañuelo en el bolsillo de la pechera piden cola de toro y un mosto para la señora.

Los congresos se han hecho siempre mucho también en los bares y por la noche o en los condumios del mediodía, donde es fácil que un compromisario de provincias pida sopa, filete y flan en el bufé del palacio de congresos mientras sus enemigos están cercenando su carrera política o apuñalando sus aspiraciones comiendo un bocata lomo en los pasillos con el jefe de turno.

Cospedal no se fue de tapas ni de toros, más bien quería colocar su mensaje sobre ETA en los telediarios. Para la derecha es muy socorrido hablar de ETA. Les queda poco de esa conversación. Los asesinos canallas abandonaron la violencia en tiempos de Zapatero y ahora ya están disueltos. Pero hablar de ellos vende. A Andalucía vienen a colocar el rollo que no se atreverían a meter en otros sitios. Moreno trenzaba ayer una dirección cargada de equilibrio y plagada de renovatas. Es poco probable que le haya consultado algo a Cospedal.