Por dentro y por fuera

. Slate analizaba una encuesta del Pew Research Center donde se apuntaba que, pese a los progresos de las últimas décadas (especialmente, en países emergentes, como China, India o Brasil), el ascenso global de la clase media no ha sido exagerado. Así, si en 2001 dicho estrato social suponía un 7% de la población, en 2011 alcanzaba el 13%. En conclusión, aunque la globalización ha sido positiva para reducir la pobreza no lo ha sido tanto para que grandes franjas de población alcanzasen el bienestar occidental.

Temor a un colapso chino. La Nación destacaba el notable desplome del mercado de valores de Shanghái (de casi un tercio, desde sus máximos alcanzados en marzo), pese a los contundentes esfuerzos de las autoridades locales para garantizar la liquidez. Todo ello ha hecho albergar temores entre los inversores, ante la posibilidad de que el crecimiento se ralentice en el gigante asiático, con los consiguientes efectos para la economía mundial (especialmente, en los mercados emergentes).

Cómo nos venUn destino clásico

. The Daily Telegraph ofrecía a sus lectores cinco razones para elegir España como destino vacacional veraniego, ante la convulsa situación que se vive en otras áreas el Mediterráneo (desde Túnez a Grecia): la elevada facilidad para viajar, con numerosos vuelos diarios; la variedad de sus costas, incidiendo en las más desconocidas del Norte; los distintos y confortables tipos de alojamiento; sus precios relativamente baratos y que solo se encuentre a dos horas de avión. Un clásico, vaya.

Desmarcarse de Grecia. Market Watch apuntaba los esfuerzos realizados por España durante los últimos años para apartarse de la amenaza de una salida del euro, tal como sucede en la atribulada Grecia. Los datos macroeconómicos así lo avalan (con previsiones cercanas a un crecimiento del PIB del 3%, para este año y el que viene), pese a que queda mucho trabajo por hacer. Especialmente, en materia de reducción del paro, con tasas aún superiores al 20 por ciento.