Es verdad que si no te ocupas de la política puedes terminar convirtiéndote en su rehén, pero esto es una invasión. Ya veo en la etiqueta de los polvorones las siglas de los partidos en vez de la marca. Prueben, a propósito, los mantecados de pistacho y anís con aceite de oliva que están elaborando en Antequera. Eso es innovar respetando la tradición, espectaculares…

La palabra siempre

Mi tío, que anda con pérdidas de memoria, se quedó algo extrañado cuando mirábamos en Nochebuena el Mensaje del Rey. Es Felipe VI, tito, le dije, el Rey. Está muy joven, parecía pensar, con esos ojillos entornados donde ya no cabe la familia real. Pero sí la familia. «Venid cuando queráis, hijos, aquí estamos siempre, siempre, siempre…» insistía moviendo las manos con fuerza cuando nos íbamos. Si alguien quiere que le explique en este todo con fecha de caducidad la palabra Siempre, que me llamen, yo lo hago.

Rey en palacio

El nuevo Rey iba ataviado con una corbata moderna, de esas finitas, y con el palacio detrás. Esta vez no había chimenea ni despacho ni sensación de intimidad. Sin complejos, el Rey en un palacio, como para que no hubiese duda de que, joven y moderno y representativo y sin corona, un rey es un Rey. Y por eso, apenas dar las buenas noches, comenzó hablando de unidad de todos para enfrentar los retos actuales, la crisis, el terrorismo yihadista, los refugiados. La corrupción quedó depurada del discurso, los puntos y las comas en la necesidad de entendimiento entre españoles. Por las cabezas quizá pasaran como un resumen de fin de año una Cataluña dividida, un Congreso fragmentado, unos partidos deshechos, otros por hacer…

Decir no

»Todas las televisiones públicas emiten el mensaje de Navidad de Felipe VI, excepto la vasca», decía el locutor de Informativos. No supe cuál de las dos noticias era la noticia, porque no cabe copulativa posible. Es una disyuntiva pura. O todas, o unas sí y otra no, aunque sean mayoría las que lo emitieron. Uno anda mayor para creer ya en los paños calientes, en la falsa responsabilidad informativa que pretende normalizar lo anormal. Quizá no sea oportuno convertir en noticia la excepcionalidad intencionada de la televisión pública en Euskadi de no emitir el discurso del «Jefe del Estado», según la Constitución, pero maquillar la importancia de esa decisión con un «todas las televisiones públicas emiten el discurso real» es tratarnos como a infantes, dicho infantes en su semántica más infantil no en la aristocrática. Como parte del Estado que es Euskadi y la televisión pública el discurso debe emitirse, y luego que lo vean o no quienes quieran.

Imposición imponente

A esa negativa y a otras el Gobierno debía haber dicho No hace tiempo. Hay que saber decir No a tiempo y, por supuesto, en forma. En todo, en la pareja cuando ya no funciona, a los hijos cuando pueden hacerse daño y desviarse de ese camino que les hará más libres y fuertes y evitará que se conviertan en gilipollas, al jefe cuando te explota hasta perderte el respeto por tu sí a todo; a quienes avientan el independentismo con irresponsabilidad y sospechosa prisa y se ciscan en el principio de seguridad jurídica, haciendo tremolar la convivencia. En caso contrario, cuando digamos No tarde y mal sonará a imposición impotente y ya….

Rivera acelerado

Pdro Snchz debió decir No a que le quitaran las vocales de su nombre los de marketing del PSOE. Necesitaba hasta la última letra para ganar peso en su partido, a cuya secretaría general llegó en unas Primarias en las que nadie cree por ahí dentro y, como casi siempre en el PSOE, por descarte. Ahora le dice No a Rajoy, el más votado a pesar de la debacle popular. Pero el firme suelo del centro derecha del PP no parece estar más bajo. Y Ciudadanos lo ha comprobado, tras un final de campaña al que su líder, Albert Rivera, llegó en exceso acelerado. Y no frena, proponiendo pactar antes que nadie y casi como sea pero con 40 escaños insuficientes para casi todo.

Snchz sin consonantes

Los socialistas creen que no hay cultura política para sacrificar al partido en pos de un gobierno de concentración por España. Así que no lo sacrificamos, dicen. Intentamos el pacto con la izquierda, opta Sánchez. Pero por la izquierda Podemos sí ha mordido fuerte al PSOE, sobre todo en votos (aunque los votantes de Podemos no son los de Izquierda Unida ni necesariamente todos de izquierda, por más que se empeñen en ello Izquierda anticapitalista e interesados analistas con la mente en la vieja división entre izquierda y derecha, pero hagan cuentas). Los socialistas de Susana lo saben y no quieren perder más votos que los históricamente perdidos en estas elecciones. Dejarán a Snchz sin consonantes. Habrá elecciones en mayo. Pero ya veremos, porque todavía es Navidad y… Porque hoy es Sábado.