Como si del último y deseado modelo de móvil se tratara, hasta cien padres y madres figuran en la lista de espera de numerosas farmacias malagueñas y de toda España para comprar, cuando esté disponible, la vacuna de la meningitis B. Pero tendrán que seguir esperando. Al contrario que para los avances tecnológicos, cuyos fabricantes suelen anunciar a bombo y platillo el día para los estrenos, en el caso de las vacunas no hay fecha prevista. El inyectable no estará en manos de los farmacéuticos al menos hasta mitad del año, aunque tampoco hay seguridad de que para entonces pueda comprarse e inmunizar así a los menores. La vacuna no está incluida en el calendario y Sanidad asegura que su administración en los hospitales está garantizada. Pero los padres no están tranquilos. Los tres fallecimientos repentinos que se registraron el año pasado en Galicia hicieron saltar las alarmas y comenzó una nueva situación surrealista en la sanidad española. En centros de salud andaluces comenzaron a aparecer carteles que recomendaban poner la vacuna a los menores, los grupos de WhatsApp se llenaron de mensajes alertando a los padres y, los que más saben del tema y a los que de verdad hay que escuchar, los pediatras, aconsejaban vacunar. Una tarea que pronto se tornó en todo un reto inalcanzable ante el desabastecimiento en las farmacias. La vacuna está autorizada por el Ministerio de Sanidad para su venta en las boticas desde el pasado 1 de octubre, pero simplemente no hay. A finales de noviembre, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, salió al paso diciendo que «las peticiones han desbordado las previsiones del fabricante, pero el fabricante tiene capacidad para dar respuesta a la demanda del mercado». Se le olvidó concretar que se tardan unos 8 o 9 meses en fabricar la vacuna, por lo que más vale esperar sentados. Mientras, tal vez no estaría de más que las autoridades sanitarias revisasen su protocolo de información y comunicación para evitar alarmas innecesarias. Seguro que les quedaría tiempo hasta para acometer otra necesaria tarea como es la unificación del calendario vacunal a nivel nacional. Los padres se lo agradeceríamos.