La que puede liar su ausencia… Quitas la preposición propia de la frase, la «de», y la orden adquiere tintes orwellianos: ¡No dejes soñar! Sin embargo, qué bonito canta el onubense Manuel Carrasco «No dejes de soñar», con la «de». Te hace olvidar lo duro que resulta encajar el tenebroso imperativo cuando falta esa «de» en la frase. En Málaga hay 17.000 ciudadanos que no dejan de soñar un parque en la zona más saturada de bloques de la ciudad, en unos terrenos vacíos que pertenecieron a Repsol. Más de 17.000 son las firmas que lleva recogidas una pareja que se ha puesto a ello con sus simpáticas caras de ingenuos urbanos. ¡Bravo!

Hyde Park | Sería injusto acusar al concejal de Urbanismo del Ayuntamiento malagueño de ser el gran hermano de Orwell, aquel mandamás omnipresente que no dejaba soñar a los ciudadanos, por su negativa al respecto. Su respuesta a la oposición municipal ha pretendido ponerle los pies en esos 177.000 metros cuadrados de tierra, reclasificados para construir en altura 1.300 viviendas. El concejal ha explicado que un parque de ese tamaño requiere tomas de agua, costosas obras de infraestructura, un complejo mantenimiento sin caducidad que no genera plusvalías (que es la madre del cordero soñador). Alguien lo ha comparado con Hyde Park. No imagino lo que debe de costar mantener el parque más grande de Londres, atravesado por el lago Serpentine, con sus 142 Has (una hectárea son 10.000 metros cuadrados). O Central Park, en Nueva York, grande como dos veces Mónaco, el pulmón rectangular de la capital del mundo. Y ambas ciudades tienen más parques, aunque rondan los 8 millones y medio de habitantes, sin contar sus áreas metropolitanas. Pero.

María Luisa | …podemos fijarnos en otra ciudad menos apabullante, cuya área metropolitana ronda el millón y medio de almas, que ya se parece más a Málaga. El Vondelpark, por ejemplo, es un precioso parque en mitad de Ámsterdam, con sus 470.000 metros cuadrados tomados por vecinos y visitantes. Y podemos compararnos con una ciudad más cercana aún, por supuesto sin buscar el agravio. Sevilla, claro. El Parque de María Luisa podría compararse con el parque de Málaga, que discurre paralelo al muelle dos del puerto y tiene unos 300.000 metros cuadrados. Aunque el de María Luisa es más compacto y más parque, diseño del arquitecto francés Forestier (suyos son también los jardines del Palacio del Rey Moro en Ronda, por dar un apunte provincial). Tiene una superficie algo mayor que el parque de Málaga, unos 340.000 metros cuadrados. Por tanto, ambos ocupan el doble que esos terrenos de Repsol por los que los soñadores malacitanos andan pidiendo firmas. Así que el parque soñado tampoco sería, ni con mucho soñar, un Hyde Park. No piden la luna, por tanto.

Málaga y Sevilla | Y por qué no utilizamos como referencia otro parque más. Otro de Sevilla. También está en la ciudad, aunque no en un cogollo urbano como el del distrito de la carretera de Cádiz en Málaga, donde se sitúan los terrenos de Repsol. Pero es mucho más urbano que esa joya de La Concepción, por ejemplo, que está fuera de Málaga y que además es un jardín botánico, no un parque, heredado de aquel matrimonio Lóring-Heredia del siglo XIX y que ocupa una modesta superficie de 30.000 metros cuadrados. El sevillano parque de El Alamillo es un parque en toda regla, destinado para el descanso, la práctica deportiva y el disfrute de la naturaleza. Con trazas de bosque mediterráneo, lago incluido, su extensión es de algo más de un millón de metros cuadrados. Así que vendría a ocupar seis veces más que los terrenos de Repsol (sin hablar de los que corresponden al llamado «banco malo» o SAREB, propietario de un tercio del terreno restante, también edificable).

Y una gasolinera | El Ayuntamiento inocula pragmatismo en cada respuesta, y es su deber en parte abrirnos los ojos, sobre todo si no puede o no sabe convertir en realidades sostenibles los sueños ciudadanos. Al menos las firmas y la presión de la oposición ya han hecho que se plantee construir la gasolinera (sí, sí, también hay una gasolinera prevista en los terrenos de Repsol). Enarbola el proyecto para que comprobemos que hay un parque previsto, bueno, al menos un estupendo jardín que ocuparía unos 70.000 metros cuadrados, dejando los 100.000 que restan para los edificios. No dudo de esa generosidad municipal para limpiar algo el aire de tanto coche y tanto habitante concentrado en la zona. Pero, quién compraría un piso en esas torres si al menos no hubiera una mínima zona verde al lado. Verdad sabida y de Calderón es que toda la vida es sueño. Y entonces, por qué no, a veces, los sueños parques son…

Porque hoy es sábado.