Ecología humana

En su última encíclica Laudato si (Alabado seas), el papa Francisco sugiere la necesidad de «aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados», porque «es esencial para una verdadera ecología humana. El cuidado de la naturaleza es parte de un estilo de vida que implica capacidad de conviven­cia. Hace falta volver a sentir que nos necesi­tamos unos a otros, que tenemos una responsa­bilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos». Decía Benedicto XVI que existe una « ecología del hombre» porque « también el hom­bre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo ». De una manera o de otra, todas las personas caminan por la tierra buscando a Dios, porque como escribe Basilio Magno, «si el mundo tiene un principio y ha sido creado, busca al que lo ha creado, busca al que le ha dado inicio, al que es su Creador». Por eso, recuerda también el papa Francisco que «El descanso (semanal) es una ampliación de la mirada que permite volver a reconocer los derechos de los demás y nos motiva a incorporar el cuidado de la natu­raleza y de los pobres».

Plácido Cabrera IbáñezMálaga