Dame una lágrima. ¿Me la puedo beber?... En julio se cumplirán 100 años del nacimiento del poeta Gloria Fuertes. Lo de utilizar el artículo «el» en vez de «la» no es una errata de género ni lo digo con aviesa ironía -no uso-, sino el recuerdo de su feliz inteligencia cuando decía: «El poeta es femenino, el masculino es poeto». La reí de niño, luego la conocí en persona en Málaga, la entrevisté, la admiré poco a poco y, por fin, me impactó descubrirla como poeta tremendamente adulta, mujer de verso en pecho. Aquella lágrima que le atrapó con el dedo de la mejilla a un niño que lloraba en un premio de poesía me sirve para recordar las lágrimas de otro aniversario, el del ataque terrorista en los trenes de Atocha. A las 9 de esta mañana todas las campanas de Madrid tañían con tristeza por lo ocurrido hace hoy ya trece años…

13 del 11M

Lo peor de aquel horror es que enrareció aún más la vida política de este país. El nuestro fue un Estado partidista que, en vez de responder unido ante una agresión sangrienta, o mintió o no dudó en sacar rédito electoral de lo que nos hizo llorar a todos por las familias de las víctimas. Qué más da si fue primero el huevo en aprovechar las mochilas bomba o la gallina en cantar sus mentiras sobre ETA. Sólo nos queda llorar a los muertos y reaccionar, cuando toque, y lanzar el mensaje a diestra, no diestra y centro de que queremos ser un abrazo cuando la negrura pretende desangrarnos. Y a los terroristas dejarles claro que, abrazados, nos convertimos en un puño para la defensa de nuestra libertad y nuestros, más o menos imperfectos, valores democráticos.

Más del 35 y Mas

Aunque no se puede valorar igual un asunto tan sensible y tan grave, me refiero al 11 M, que el del 3% o el 1% de corrupción asquerosamente institucionalizada (sea en Cataluña con CIU o en Madrid con el PP o donde sea con el partido que sea), el asunto de los porcentajes a pagar por obra concedida ha copado las pantallas esta semana. Unas comisiones en B de empresarios a políticos, con la financiación ilegal de los partidos de por medio, para que quien parte y reparte se lleve casi siempre la mejor parte. En el presunto caso de los Pujol, para colmo, como son familia numerosa, había que repartir entre tanto hijo o hermano que resulta comprensible que no quedara para reforzar el subsuelo y se hundiera parte del barrio del Carmel, en Barcelona, hace hoy ya poco más de doce años.

Estelada en los ojos

Y Artur Mas, pese a que diga también que no es no, lo debía de saber o, al menos, le debería de haber preocupado hasta el punto de investigarlo desde que se lo denunció en la cara Pascual Maragall en el Parlament un 24 de febrero de hace ya 12 años también (aunque Maragall luego se retractase ante la advertencia de Mas de cargarse el pacto para que saliera adelante la reforma del Estatut, siempre la independencia primero, lástima…) Si así lo hubiese hecho, quizá habría salido exonerado frente a la opinión pública que no se pone la venda de la estelada en los ojos, y no se habría visto obligado a forzar ahora de manera desesperada su independentista huida hacia adelante.

Sancyd

Pero el sol de esta primavera cálida lo amortigua todo en Málaga, una ciudad donde la tecnología lo mismo sirve para probar un nuevo producto que limpie la cera que derraman las velas de los nazarenos que para celebrar el EBAN, el encuentro europeo de grandes firmas en inversión tecnológica que se darán cita en el Palacio de Ferias del 7 al 9 de junio próximos. Como ayer se dieron cita en la sala grande del cine Albéniz los médicos nutricionistas andaluces para hablar de obesidad, en el congreso de la Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética (Sancyd), cuyo presidente actual es el endocrino malagueño Gabriel Olveira. Por la tarde, enlazando con las actividades del MAF (Málaga de Festival), proyectaron la película Gordos, para cuyo posterior coloquio habían sumado a la mesa a su director, Daniel Sánchez Arévalo. Convenía no pasarse con las palomitas…

Medicamento para el No

Pero no importa pasarse en insistir en que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se ubique en Málaga, como ha hecho el alcalde. También el alcalde de Granada lo ha hecho para que se ubique en su ciudad, a pesar de que ya se sabía dónde irá. Y es que la EMA es un chollo para la ciudad que la albergue. Casi mil funcionarios generando gasto, para simplificar. Pero la EMA se irá a Barcelona. No quiero parecer cateto, pero esto de la constante presión nacionalista funciona a la hora de decidir estas cosas, aunque se diga que no. Barcelona es un destino incontestable. Pero que les pregunten a los funcionarios de la agencia si se vendrían a Málaga con su sol y su magnífico aeropuerto. Al respecto, el titular de ayer de La Opinión era para enmarcarlo con una sonrisa: La Junta y el Ayuntamiento piden para Málaga la Agencia del Medicamento que irá a Barcelona. Pues eso…

Porque hoy es sábado.