Cartas al director

Es vital escuchar a Camilo Mora, un importante investigador del clima que acaba de hablar claro porque quiere que se le entienda. Con su estudio acaba de encender todas las alarmas mundiales. Demuestra que para el año 2100, entre el ¡49% y el 74%! de la humanidad, dependiendo de los recortes que se hagan a las emisiones de CO2, vivirá al menos 20 días al año en condiciones letales de calor y humedad. El clima se convertirá en un inimaginable y terrible sofocón. La única solución para que esas olas de calor no ocurran, es reducir muchísimo las emisiones de gases de efecto invernadero. Mucho más de lo previsto en los acuerdos de París. Tan claro habla que los ricos poderosos le han oído. Me cuentan que ya están planificando como ocupar ellos, los 50 millones de ricos, los lugares y las cosechas que aún sean utilizables según avancemos hacia el año 2100. Pretenden un bunker para ricos. Un imposible y una barbaridad. Mi desesperación, ¿cómo conseguir que nosotros, los 7.000 millones encerrados en los lugares atacados por el calentamiento, nos organicemos hasta poner todo el dinero y la tecnología de los ricos a frenar para todos el calentamiento?

'Aprender a hacer el bien', por Plácido Cabrera Ibáñez

Hacer el bien a veces no es tarea fácil y sencilla. Frecuentemente queremos hacer el bien, sin embargo, demasiadas veces el resultado de nuestras acciones muestran que no sabemos hacerlo o nos resulta difícil. Hacer el bien como todas las cosas supone dedicación, esfuerzo, tiempo y no desalentarnos por los errores y las equivocaciones. En un artículo reciente ,el profesor Sánchez Cámara, catedrático de Filosofía del Derecho, recordaba que en un libro que había utilizado en su niñez figuraba una cita de Eugenio d’Ors «Todo pasa. Pasan pompas y vanidades, pasa la nombradía como la oscuridad. Nada quedará, a fin de cuentas, de lo que hoy es la dulzura o el dolor de tus horas, su fatiga o su satisfacción. Una cosa sola, Aprendiz, Estudiante, hijo mío, una sola cosa te será contada, y es tu Obra Bien Hecha». En ese artículo también recogía unas palabras de Torrente Ballester, al comienzo de su antología y después de expresar su confianza en la vida eterna: «Naciste hombre, y hombre serás eternamente. Y has sido puesto en el mundo precisamente para vivir entre hombres, para sufrir y gozar con ellos, y para hacer con ellos, entre ellos, tu vida, minuto a minuto. Porque, al hacerte hombre, se te dio una vida para que la vayas haciendo: una vida de la que serás responsable». Pienso que son unos textos que pueden ayudarnos a vivir con serenidad pero con mucha responsabilidad personal y colectiva. Con el paso del tiempo todas las personas cada vez somos más conscientes que nuestro aprendizaje no termina nunca, que es una tarea inacabable y que supone un esfuerzo continuo.