El viento se encargó de limpiar las últimas dudas de los hermanos del Prendimiento ayer por la tarde. Tras un día especialmente lluvioso, el tiempo dio un respiro a la ciudad y las nubes oscuras y amenazantes desaparecieron del cielo a la hora de la salida. El cortejo que acompañaba al Señor del Prendimiento salió silencioso desde el interior de San Julián, precedido por una sobria cruz de madera. Poco antes se habían abierto las puertas de la iglesia de San Julián y, con ellas, el telón procesional de la ciudad en 2011.

El vía crucis oficial de la Agrupación de Cofradías se ha convertido en una cita para muchos cofrades. Momento de encuentros y reencuentros al olor de la cera quemada y el incienso. Las calles Nosquera y Comedias se convirtieron en sitios donde quedar. Besos de saludo, apretones de manos y primeras conversaciones sobre la lluvia, mientras el largo cortejo de velas se desplegaba con calma y parsimonia.

No había prisa en el recorrido. Sabido ya del riesgo inexistente de lluvia de camino a la Catedral, los nervios se calmaron y el trono con el Señor del Prendimiento, vestido con una túnica morada bordada en oro, avanzaba en silencio por el bullicioso Centro de Málaga.

El Señor que recibe el beso de la traición de Judas se convirtió así en el encargado de abrir el calendario procesionista de Málaga. Pero además, esta hermandad escribió una línea importante de su historia. Presidían el vía crucis con motivo del 50 aniversario de la bendición de su titular y qué mejor forma de celebrarlo que entrando por primera vez en la Catedral. Las bóvedas de la basílica acogieron la entrada del trono de traslado del Señor en silencio y recogimiento. En el interior se rezaban las catorce estaciones bajo la atenta mirada del obispo de Málaga, Jesús Catalá. La luz tenue se multiplicaba por la reluciente plata del cajillo, sobre la que destacaba el exorno floral en rojo y morado. Como también destacaba el delicado rostro del Señor respecto al oscuro y basto gesto de Judas.

La salida y regreso a la iglesia de San Julián se realizó con otro tono, no sólo mucho más festivo por el acompañamiento musical de la Asociación San Lorenzo Mártir, sino también acelerado por la presencia de unas primeras gotas de lluvia, aunque ya a la altura de la Plaza del Carbón.

El vía crucis fue terminando su recorrido por la Pasión de Jesús, al tiempo que el trono con el Señor recorría el interior de la Catedral y volvía a la puerta del Patio de los Naranjos, siempre precedido por la cruz de madera desnuda que simboliza la próxima celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), en el mes de agosto en Madrid con la presencia del Papa Benedicto XVI. Unas jornadas en las que la cofradía del Prendimiento y su sagrado titular volverán a tener un papel central, ya que formarán parte del vía crucis que se ha organizado en el paseo de la Castellana junto a otras advocaciones de toda España, incluida también el malagueño Cristo de la Buena Muerte.

El encierro se vio algo deslucido por la presencia de la lluvia en forma de chaparrón, que obligó a ir más deprisa aunque las imágenes no fueron cubiertas por plásticos.