En la ciudad sagrada de Jerusalén, parte vital de la historia de cristianos, judíos y musulmanes, muchos son los rincones que hoy reciben al peregrino que quiere recorrer los mismos caminos que hace más de dos mil años vieron pasar a Jesús. Allí murió Cristo en la cruz, allí comenzaron los primeros cristianos a difundir su palabra y allí en pleno siglo XXI es aún posible visitar los sitios en los que Jesús vivió y se preparó para su muerte.

En estos días, son muchos los cristianos que visitan la capital del estado de Israel para hacer la Vía Dolorosa, el camino con las catorce estaciones del vía crucis que recuerda la condena y el camino de Jesús hacia el monte Calvario para ser crucificado y después sepultado. Sobre el lugar donde ocurrieron estos últimos hechos, el Gólgota (llamado así porque se decía que el monte con sus rocas tenía forma de calavera), se construyó la iglesia del Santo Sepulcro, donde se puede visitar el lugar donde estuvo la cruz y el punto donde se encontraba el sepulcro donde fue enterrado Jesús, según cuentan los evangelios.

Otro templo está construido sobre el jardín de Getsemaní, el huerto en el que Jesús rezó en la noche que fue arrestado tras ser traicionado por Judas. Allí se alza la Iglesia de Todas las Naciones, levantada a principios del siglo XX, sobre los restos de otras capillas bizantina y de la Edad Media.

Sobre el Monte de los Olivos se construyó también en el siglo pasado la capilla Dominus Flevit, sobre el punto en que Jesús llorara por Jerusalén al llegar a la ciudad. Y sobre el Monte Sión, en el siglo XIV los padres franciscanos construyeron una capilla sobre el lugar donde se supone que Jesús y sus apóstoles celebraron la última cena antes de que Jesús fuera apresado y muriera en la cruz. El Cenáculo es una estructura de dos pisos que también se cree que fue el lugar en el que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles en la festividad de Pentecostés.

Otros lugares que el peregrino debe visitar son las iglesias de San Pedro in Gallicantu, sobre el lugar donde estaba la casa de Caifás y donde Pedro negó tres veces a Jesús, y la iglesia del Padre Nuestro, en la parte alta del Monte de los Olivos y donde la tradición dice que Jesús enseñó el Padre Nuestro a sus discípulos.

@ginnieguzman