Día crucial en la historia de la hermandad del Descendimiento. A solo cinco días de realizar su estación de penitencia, la cofradía empieza a creerse que María Santísima de las Angustias y el Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo saldrán por última vez desde el tinglao en el recinto del Hospital Noble. Tras nueve años de espera, desde que en 2007 firmase el documento de intenciones, la entidad colocó ayer la primera piedra de la que será su futura casa hermandad.

En solo ocho meses los hermanos del Descendimiento contarán con un edificio propio, que situado en la parte trasera de la capilla del Hospital Noble, pretende convertirse en lugar de encuentro para los vecinos de La Malagueta. Se cumple, así, el sueño de una cofradía joven que anhelaba tener su casa desde que hace ya 32 años se estableciese en el barrio.

La espera justificaba la alegría de toda una agrupación que, en torno a las 12 del mediodía, comenzaba a reunirse en la capilla para asistir a la eucaristía que tenía lugar antes de que se detallasen los pormenores del edificio que albergará a los sagrados titulares.

Será una casa hermandad moderna, a pesar de que las obras partan de la reforma interior de una parte del edificio del Hospital Noble. Se instalará en las antiguas oficinas municipales de Vía Pública, Emasa y Medio Ambiente, que hace meses fueron cedidas por el Ayuntamiento a cambio de que en las nuevas instalaciones se desarrollen actividades abiertas al barrio.

La principal novedad del diseño es la incorporación de un sistema pionero en Málaga y en toda Andalucía, que camuflará las puertas del salón de tronos de la casa hermandad. La idea es que la piel de la fachada, revestida de un material que hasta el momento solo ha sido usado en trece edificios españoles, oculte las puertas que solo se abren una vez al año. La apuesta del estudio de arquitectura HCP contempla el uso de unas barras de terracota en un color que imita al del ladrillo y que ha sido desarrollado por la empresa alemana NBK.

«Un lugar de encuentro y reunión no solo para los hermanos o feligreses, sino para todo un barrio» es el objetivo del proyecto, según el hermano mayor, Antonio Ramos. Por eso, esta previsto que la mitad del espacio (las plantas dos y tres) estén dedicadas a ello. El resto de las instalaciones (unos 192 metros cuadrados en total) alojarán, además del salón de tronos, un amplio museo para los enseres de la cofradía y una biblioteca.

Antonio Luis Ramos, hermano mayor de la hermandad, aludió en todo momento al compromiso social de la cofradía con los vecinos de la Malagueta. Y es que, según apuntó Ramos, el diez por ciento del importe de la obra irá destinado a este fin. En este sentido, también se pronunció el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, al agradecer «la labor de la cofradía en favor de la vertebración del barrio». Y el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, que ve más cerca la posibilidad de que, en unos años, aumente significativamente el número de casas hermandades.