Semana Santa de Málaga 2024

El Miércoles Santo acabó prácticamente antes de que empezara

Expiración, que ya tenía clara su decisión, comunicó la suspensión de su salida procesional al mediodía, después de la reunión de hermanos mayores en la Agrupación de Cofradías y que, en principio, sirvió para informar de que todas las demás mantenían sus horarios

Los pronósticos meteorológicos, nada favorables, se impusieron a los deseos de los cofrades y empezaron a sucederse las suspensiones: Mediadora, Salesianos, Fusionadas, Sangre y Paloma terminaron por anunciar que no harían estación de penitencia

La hermandad de La Paloma, la última del Miércoles Santo en anunciar la suspensión de su salida procesional.

La hermandad de La Paloma, la última del Miércoles Santo en anunciar la suspensión de su salida procesional. / Gregorio Marrero

El Miércoles Santo de 2024 será recordado como uno de los peores de la historia. Todas las cofradías se vieron obligadas a anunciar la suspensión de sus salidas procesionales a causa de las condiciones climatológicas adversas que se preveían durante esta jornada. Solo El Rico ha salido para cumplir con los estautos y presidir en la plaza del Obispo el acto de liberación del preso. Pero la jornada que sirve como ecuador de una Semana Santa pasada por agua terminó prácticamente antes de que empezara. De hecho, la archicofradía de la Expiración fue la primera en anunciar que no iba a salir. Y solo era el mediodía.

Los pronósticos apuntaban a que se iban a producir chubascos de madrugada, cuando el cortejo todavía estaría en la calle. En realidad, a lo largo de toda la tarde se registraron precipitaciones. A veces chispeaba, otras aumentaba la intensidad de la lluvia. Así que las decisiones, aunque dolorosas, parecían claras. Y de este modo, llegó un rosario de suspensiones que dejó el Miércoles Santo en blanco. Mediadora, Salesianos, Fusionadas, Sangre y Paloma terminaban, igualmente, por anunciar que no salrían a las calles de Málaga. Habrá que esperar a 2025.

Mediadora: los jóvenes y su incansable sentimiento cofrade

La Mediadora lleva en su mano izquierda una pequeña jábega de madera. Además de ser esa nave que nos conduce de manera segura, bajo el patrocinio de la Virgen, al Señor, podríamos entenderla como una representación de que, igual que una barca lidia con las olas del mar, nosotros tenemos que hacerlo con muchas otras adversidades. Este Miércoles Santo ha sido uno de esos días difíciles para los hermanos de la cofradía de calle Ayala, para los que hoy lucían en sus espaldas: #YovoyconelRedentor, #YovoyconlaMediadora. 

Ellos, ellas, sus familiares, amigos, parejas y muchos otros feligreses se agrupaban esta tarde, sobre las cuatro, en pequeños ‘corrillos’ en el lateral de la parroquia del Santo Ángel, a las puertas de la casa hermandad. Cuando estaba previsto que la cruz guía iniciara su camino, el hermano mayor, Salvador de los Reyes, dio el anuncio: La suspensión de la estación de penitencia. Laura, de 22 años, estuvo viviendo el año pasado en el extranjero. Este año, su puesto era el de acólito de Jesús Nazareno Redentor del Mundo: “Este era mi año de salir. Es una angustia, hasta el último momento no se sabía nada”, explicaba a este periódico aún con lágrimas en los ojos. 

Sin embargo, la cofrade reconocía que seguiría con sus titulares hasta que la casa hermandad cerrara por la noche: “Haremos convivencia, hay mucha gente joven”. Mediadora, que ingresó en 2014 en la Agrupación de Cofradías, es un claro ejemplo de superación y unidad de una barriada con auténtica devoción y pasión, que están ‘a las duras y a las maduras’. 

Por los cristales enrejados de la casa hermandad, decorados con hojas de palma, se observaban mientras tanto esas conversaciones que terminaban en abrazos. También ellas se producían en la acera donde se escuchaba decir: “No salimos tita, no salimos”. Jose, de poco más de 30 años, se negaba a quitarse la faja. Este Miércoles Santo tenía la misión de ser los pies de la Virgen Mediadora. 

Finalmente, y después de un fuerte abrazo con uno de sus compañeros de la hermandad, se la quitaba: “No tenía ganas”. El surco rojo en torno a sus ojos todavía tenía el protagonismo de su rostro. La casa hermandad no dejaba de recibir feligreses, personas que se acercaban a los varales y a la campana de los tronos para hacerse con esa energía que transmiten. “Seguimos trabajando, desde mañana mismo, no pasa nada”. 

"Somos salesianos 365 días del año"

La suerte del salesiano es que lo es durante todo el año, durante los 365 días. El Miércoles Santo es una forma más, seguramente la más destacada, de que ese carisma tan propio de Don Bosco impregne, desde Capuchinos, todos los rincones de la ciudad. Pero las enseñanzas del santo, marcadas a fuego en los hermanos de esta corporación del Cristo de las Penas y la Virgen del Auxilio, sirven a diario. En el despacho, el taller, la agencia, el bar, la fábrica, la redacción, el estudio, la tienda o el aula... La alegría por bandera, incluso cuando el pellizco en la boca del estómago por la suspensión de la salida procesional hace que surjan las lágrimas. Porque las emociones también están a flor de piel en esta hermandad que, en realidad, es una gran familia.

"Somos salesianos los 365 días del año", dijo el hermano mayor, David Martín, para anunciar que no se iba a salir a la calle, justo al finalizar la misa de nazarenos que se celebró en el Santuario de María Auxiliadora. Había previsiones de lluvias, pero podían ser escasas. Por eso, en un principio, la junta de gobierno no descartó la posibilidad de procesionar directos hasta la Catedral para hacer estación de penitencia y cumplir así con sus reglas. Sin embargo esta opción tuvo que ser eliminada, debido a la coincidencia horaria con el acto de liberación del preso por parte de Jesús El Rico en la plaza del Obispo. "Tendríamos que bajar al Centro muy deprisa para no molestar", resumía Martín, que señalaba que se había tomado esta decisión con "impotencia, pero también con sensatez".

Ha sido, de hecho, la primera vez en su historia que Salesianos se ve obligada a cancelar su estación de penitencia en la SICB. Ante circunstancias meteorológicas similares, otros años, la cofradía se había puesto en marcha y al menos pudo acudir a la Catedral. Acelerando la marcha, sorteando las adversidades, pero cumpliendo el fin principal de la salida. Tal día como este Miércoles Santo, 27 de marzo, pero de 1991, la hermandad hizo además su primera estación pese a que ni siquiera pertenecía entonces a la Agrupación de Cofradías. Un sobresaliente aniversario que no ha podido ser conmemorado con la ocasión merecía.

Cada año, los centros que forman parte de la Inspectoría de María Auxiliadora articulan el curso académico en torno a un lema. En esta ocasión, los Salesianos de España se han puesto de acuerdo para poner en marcha una campaña pastoral común con el sugerente título de 'Un sueño para ti'. Con todo, el sueño de Salesianos es seguir creciendo y decisiones como la adoptada esta Semana Santa también terminan fortaleciendo una hermandad.

No se sabe muy bien cómo, pero los responsables de la cofradía fueron capaces de reunir en el interior del salón de tronos a todos los participantes de la procesión antes de abrir las puertas, para que nazarenos, acólitos, hombres de trono y también algunos músicos pudieran ser los primeros en visitar a sus titulares. A partir de ahí, y hasta las 22.30 horas, iban a quedar expuestos en veneración y a las 22.00 horas tendría lugar el acto litúrgico y las oraciones previstas en la estación de penitencia en la Catedral.

El Cristo de las Penas, como siempre, imponente en la cruz. Ya respiraba con dificultad. Su pecho se le dilataba con cada nueva exhalación. En su cabeza, la corona de zarzas martilleaba sus heridas. El corazón lía acelerado, rápido, con vehemencia, como si se le fuera a salir por la boca. En realidad, es una muestra más de amor lo que estaba a punto verbalizar en su Tercera Palabra en la cruz. La fiebre le quemaba el cuerpo que se mantenía en una conjugación de líneas oblicuas sujeto al madero con tres hierros, aquel cuerpo que tantas veces había sufrido a fuerza de contener un alma demasiado grande y que ahora era una hoguera de sufrimiento en la que se purificaban, a la vez, todos los dolores del mundo. Y con todo, pese al martirio, aún tenía tiempo de ofrecer a sus hijos la mejor de las herencias: una Madre. Y ambos miraban a su alrededor orgullosos de tan buena prole reunida en su torno, que asumía con pesar, pero también con naturalidad, que ante el agua poco o nada se podía hacer. Solo ofrecer a los capuchineros y al resto de Málaga la posiblidad de visitarles entronizados, antes de regresar a su capilla en el Santuario en traslado semi privado, a partir de las 23.30 horas.

Entre Salesianos y la banda de cornetas y tambores del Cautivo es cada año más fuerte. Con motivo del 15 aniversario de esta formación musical, sus integrantes han recibido este Miércoles Santo una medalla conmemorativa de la corporación, por su trabajo y labor con la cofradía. Tras el anuncio de la suspensión de la estación de penitencia, entre los actos alternativos previstos, la banda iba a ofrecer su música a los sagrados titulares con un concierto ante la casa hermandad en el que iba a interpretar tres marchas de su cada vez más extenso repertorio: 'Inde Gloria Mea' (Javier Anaya), 'El enviado de Dios' (Nacho Fortis) y Tu recuerdo (Javier Anaya), pero un chaparrón de cierta intensidad interrumpió esta actuación, que se quedó en una única composición.

Fusionadas, una inmensa maraña de cuatro secciones, sin salir...

Caras serias. Una túnica de Mayor Dolor a medio colocar, una medalla que se esconde entre los tonos negros de Ánimas. En la inmensa vorágine de la casa hermandad de Fusionadas, inmensa maraña de cuatro secciones, la noticia se difundía de una boca a otra y a través de redes. Pese al amplio aforo de su salón de tronos, el mensaje se expandió por plantas y espacios con tristeza. Fusionadas no saldría en procesión, como ya ocurrió el Domingo de Ramos con Lágrimas y Favores. La esperanza quedaba puesta solo en Vera+Cruz.

A las 17.15 horas, momento previsto para la salida, las miradas iban directas al anuncio de la junta de gobierno en el balcón interior de la casa hermandad. A pesar de esperar hasta el último minuto, fue imposible salir a la calle. Una procesión con cuatro tronos y cientos de participantes en su cortejo hacen inviable que, en caso de lluvia, sea fácil volver a casa. Otro año, la cofradía vivió una situación similar para volver a San Juan que hizo meditar bien esta decisión.

La cofradía anunció que prepararía su salón de tronos para abrir las puertas hasta las 23.30 horas. Mientras, el público se congregaba en las puertas de la casa hermandad para poder entrar a rezar a sus cinco devociones. Fuera chispeaba levemente.

Tras la interpretación de diversas marchas por parte de las formaciones musicales que debían acompañar a los tronos, por fin se abrieron las puertas al público. Muchos de los allí congregados entraron por primera vez al inmenso salón de tronos y pudieron soñar con una nueva oportunidad el próximo Miércoles Santo.

La Sangre: Una decisión unánime y tranquila en Dos Aceras

La hermano mayor de la Sangre, Laura Berrocal, a pie de trono, ante la minúscula casa hermandad, no podía contener la emoción. Sobre todo cuando se abrazaba a los distintos hombres de trono que iban saliendo como podían por los pasillos. Ya había vivido una situación similar en el interior de San Felipe Neri con los nazarenos. Allí, ella misma, fue la encargada de informar a los hermanos de la decisión de no salir. Y recibió un aplauso. No es la primera vez que Berrocal, por situaciones personales, meteorológicas o pandémicas se queda durante su mayordomía sin poder revestirse de raso y terciopelo malva. Ha vivido, en sus propias carnes, que la espera se eterniza. Pero que también todo pasa. Y que al año siguiente, la salida se asume con más fuerzas. Con más ganas. Decisiones como la de este Miércoles Santo son duras de asumir, pero tampoco demasiado difíciles, dados los pronósticos. La decsión fue unánime y tranquila en la Sangre.

"Somos personas de muchísima fe, pero como viviemos en el mundo real, también confiamos en la ciencia. Y los datos que nos están llegando durante todo el día, que son fiables, no nos llamaban al optimismo, porque los pronósticos empeoraban. Eso nos ha llevado a tomar una decisión unánime y tranquila entre la permanente y los principales cargos de la procesión. No podía ser este año", resumía, mientras seguía recibiendo muestras de cariño de los hermanos de la archicofradía, la mayoría ya desprovistos de sus túnicas en una calle Dos Aceras que es el verdadero templo de la Sangre. Porque si dentro no se cabía, había que hacer fuera, en esa encrucijada de caminos que sirve para dar la maniobra precisa, la más complicada de la Semana Santa para poder salir a la calle, y convertirla en un crucero al aire libre, eso sí.

Y ahí mismo, la agrupación musical de la Vera+Cruz de Campillos, aportó sus notas como ofrenda musical al Cristo que es traspasado por Longinos y que este año estrenaba la renovación de otras dos Marías, la de Cleofás y la de Salomé, obra de Francisco Naranjo. Una adaptación del 'Anima Christi' de Frisina bajo una fina lluvia que hizo que se abrieran algunos paraguas.

Acondicionada lo mejor posible la casa hermandad, los archicofrades dispusieron un circuito de entrada y salida para recorrer ambos tronos, al menos, hasta las 00.15 horas, cuando estaba previsto el encierro.

La Paloma: del enfado por la espera al lamento

Llantos, e incluso enfado es lo que se vivió en el interior del templo de la Paloma. La noticia la conocieron a las 19.30 horas de la tarde todas las personas que estaban a las puertas de la Casa Hermandad. El Hermano Mayor, Diego Hermoso, salió al balcón y dio la mala noticia que todos se esperaban: la Paloma suspende la salida este Miércoles Santo. El Hermano Mayor de la cofradía explicó a La Opinión que “hay que cuidar el patrimonio y sobre todo, el humano, nosotros hemos esperado hasta el último momento, pero con todos los informes y con la Agrupación y la decisión del resto de cofradías, era lo más sensato”. A diferencia del otras hermandades, La Paloma abrió las puertas del templo en el mismo momento en el que empezó el comunicado. Se quedaron abiertas para que los fieles vieran a los titulares mientras las bandas de cornetas y tambores de Bomberos, Nuestra Señora del Carmen y la agrupación músico -cultural de la Santa Vera-Cruz interpretaban una selección de marchas. Uno de los detalles más llamativos de este momento fue la iniciativa de los campanilleros: tocar las campanas cada vez que terminaba una marcha a la vez que se lamentan emocionados por quedarse en casa. Uno de los campanilleros: “Que no se nos olvide tocar las campanas, eh”. Diego Hermoso, en su complicada decisión, quiso recordar a todos los hermanos que “hay que ser portadores y nazarenos todo el año “. En el salón de tronos, María Santísima de la Paloma espera, paciente ante la mirada de todas las personas que quieren verla. Terminan las marchas y vuelan las palomas en busca de su madre. La casa hermandad estuvo abierta hasta las 00.30 horas para visitar a los titulares.

Expiración

Oculto tras la lona que muestra el futuro diseño de la casa hermandad, el salón de tronos de la archicofradía de la Expiración abrió sus puertas cuando la plaza de San Pedro se encontraba abarrotada entre público y miembros de la Guardia Civil. No por esperada la noticia de la suspensión de la procesión en la mañana del Miércoles Santo debía ser menos dolorosa. La cofradía perchelera pudo ser, pero no fue.

"El Perchel se viste de negro", se leía en la camiseta de uno de los portadores que, cómodo ante la salida suspendida, se encontraba entre el público. Y así fue: las farolas públicas se apagaron para dejar que el salón de tronos fuese el completo punto de atención. La banda de la cofradía interpretaba marchas al Cristo y a la Virgen de los Dolores, recordando el Miércoles Santo que no cruzó al centro. Aquí no hubo descapirotados ni hombres de trono con la túnica abierta por el pecho. Sí se vieron medallas al cuello, sello de la ciudad que no sabe bien qué simboliza y cuándo se debe usar. Y no solo de Expiración, la variedad fue curiosa.

Sobre el monte de buganvillas se alzaba, mirando a un cielo con nubes pero en el que se adivinaban algunas estrellas, el Cristo de la Expiración. Tal y como fue concebido por Benlliure, con cruz lisa y sin potencias. Con el trono preparado para estar, sin salir.

Tras el crucificado, dada la disposición de ambos tronos, se veía el delicado perfil de la Virgen de los Dolores. Iluminada por su poderosa candelería y los restaurados arbotantes. Paciente y esperando el silencio que, entre el tumulto, nunca llegaba por las ansias de ver más. Con el Himno de Coronación los aplausos llegaron al principio de la marcha, quizás porque la gente ya sabe reconocerla. Por delante quedaba la noche y la madrugada que ya adivinan un incierto, quizás más que nunca, triduo pascual en la ciudad.