Hace un par de semanas el director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, decía públicamente que había buena sintonía con Jorge Garbajosa. Las puertas del club estaban abiertas. El ex del Unicaja, un jugador muy querido en Málaga, sería bienvenido de nuevo. De hecho, desde el club cajista siguen muy de cerca la evolución de su lesión en el tobillo, una lesión que se produjo el pasado verano con la selección y que le pasó factura la temporada pasada en los Toronto Raptors de la NBA.

Garbajosa, desvinculado ya de Toronto, evoluciona favorablemente y trabaja contrarreloj para llegar al cien por cien a los Juegos Olímpicos de Pekín. Ayer mismo el ala-pívot madrileño estuvo en La Rosaleda, donde trabajó con el fisioterapeuta del Málaga CF y de la selección española de baloncesto, Kiko Lacomba.

Pese a la lesión, el Unicaja tiene los ojos puestos en Garbajosa, que está sin equipo. No hay una oferta en firme por él, pero desde el club reconocen que siguen muy de cerca su evolución. De ésta dependerán los pasos que se den para tratar de traerlo de nuevo a Málaga. Por lo pronto el club tiene un espía de lujo en el seleccionador, Aíto García Reneses, próximo entrenador del equipo cajista.

El club quiere verle de cerca y en acción en los partidos. En el Unicaja quieren estar convencidos de la mejora de Garbajosa porque traerlo sería una operación de muchos millones de euros e incluso habría que dar salida a algún jugador.

´Garba´ comienza el viernes a jugar amistosos con la selección. El equipo nacional afronta una tanda de encuentros cada dos días hasta el próximo día 30. Después el equipo descansará para viajar a Shanghai y el 9 comenzarán los JJOO. Estos partidos serán el examen de Garbajosa. De esta prueba de fuego dependerán los próximos pasos del club.