El Unicaja llega al inicio de la Liga ACB, el próximo fin de semana, inmerso en un mar de dudas. Él sólo se ha encargado de ir sembrándolas en este verano repleto de cambios y de novedosas apuestas en la plantilla, que han desembocado en una pretemporada de terribles consecuencias. Malísimos resultados. Horribles. Y algo no controlable: una grave lesión de Gomis y otra de un mes de Archibald. Pocas cosas buenas que llevarse a la boca. Al menos, por lo visto ayer en Alicante

Ante un recién ascendido cuya carta de presentación ha sido perder ante el Valencia Basket, con el Murcia y con el ViveMenorca, el Unicaja aguantó el tipo durante los tres primeros cuartos. La entereza de Joel Freeland fue, sin duda, lo mejor del equipo de Aíto García Reneses. Dominó en la ´pintura´ y fue el dueño de la situación, a pesar de la escasa aportación de sus tiradores.

Debutó el bosnio Sinanovic. Unos pocos entrenamientos le bastaron al pívot para disputar sus primeros minutos con el Unicaja. También se vistió de corto, por fin, Berni Rodríguez, tras recuperarse de su lesión de tobillo. Al capitán se le vio falto de ritmo. Pero ya está en el camino.

El Unicaja cayó presa de la excelente defensa alicantina en el último cuarto. Los hombres de Óscar Quintana defendieron como lobos. Impidieron correr al Unicaja. Y, sin velocidad, el Unicaja fue incapaz de llevar la iniciativa. Carente de ideas para jugar en estático, sin referentes sólidos en la pista de juego, sólo los puntos de Pooh Jeter (15 puntos con muchos tiros) ayudaron a los malagueños.

El cuadro local se marchó en el electrónico y con un demoledor parcial estableció el 79-69. Su fortaleza defensiva y el gran acierto en el perímetro, liderado por el ex cajista Urtasun, fueron las claves.

Es la quinta derrota del Unicaja en esta pretemporada, por sólo dos victorias. Al equipo cajista le han ganado este verano el Granada, en dos ocasiones (88-57) y (83-79), el Cajasol (73-79), el Bilbao (66-70) y ahora el Alicante (79-69). Con dos únicas alegrías, frente a Murcia (75-85) y Fuenlabrada (105-59), se atisban más sombras que luces en el futuro. Al menos en el inmediato.

Lo bueno de este equipo es que no tiene techo. Es un grupo nuevo, repleto de juventud y con ganas de trabajar, esforzarse y mejorar. Pero la realidad es que existe escaso talento. Y el presente, viendo a los rivales directos como Barcelona o Real Madrid, puede provocar fuertes convulsiones. Mañana, en el Carpena (20.45 horas), frente al Dynamo, presentación ante su público y con la Pollinica en juego. Será la última prueba.