Los 'runners' no pierden el hábito ni en el último día del año. Multitud de corredores se dieron cita en la V edición de la San Silvestre Palma-Palmilla en una jornada donde reinó el buen ambiente. Poco importaba la marca en la carrera celebrada hoy desde el estadio de La Rosaleda hasta el campo del 26 de febrero, situado en La Virreina. Grupos de familiares y amigos disfrutaron durante los 7,5 kilómetros que formaban la prueba en la última mañana del año y celebraron el cierre al 2015 entre risas y haciendo deporte al mismo tiempo.

Muchos de ellos, completaron la prueba con disfraces de todo tipo que dieron colorido a la prueba. Gorros de Papá Noel, tutus o máscaras y trajes de diferentes temáticas pudieron verse por las calles del Distrito Palma-Palmilla, en una prueba que cada año cuenta con más afluencia de participantes.

Al final, todos ellos recibieron sus refrigerios y pudieron intercambiar impresiones dentro del campo de La Virreina, lugar donde estaba situada la meta en esta ocasión.