­Victoria con mayúsculas la del Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón ante Marín Peixegalego, segundo clasificado de la LEB Plata y que llegaba ayer a Torremolinos con siete victorias consecutivas. Los malagueños hicieron una segunda parte sublime, con una grandísima defensa y un enorme acierto exterior en los momentos importantes, lo que les impulsó a ganar el primer partido del año por 14 puntos (74-60).

Los «niños» de Paco Aurioles querían reglarse un gran triunfo en el estreno de este 2016. Y lo lograron. A lo grande además. El Clínicas deseaba terminar la primera vuelta superando por fin a uno de los de arriba de la LEB Plata. Y lo hizo, tras dos partes diferentes. Aurioles puso un quinteto cargado de físico para frenar desde el primer instante el poderío ofensivo gallego, que tiró de Rogers y Green como actores principales. Tanto unos como otros acusaron los nervios del inicio y eso se tradujo en un juego con pocos puntos y muchas pérdidas. La suerte no estaba del lado del Clínicas, que en la última jugada del primer periodo recibió una canasta de Green que significaba el 15-15 que de momento campeaba en el marcador.

Lograron ponerse los jóvenes malagueños 29-22 tras tres jugadas defendidas de manera espectacular que dejaron contraataques claros para Morayo y Romaric, pero un último minuto de cuarto un poco trabado y gracias al acierto desde el exterior los de Javier Llorente se iban al descanso ganando (33-36).

La reanudación pilló en frío al Clínicas Rincón. Marín salió a romper el encuentro y un triple de Navajas dejaba claras las intenciones gallegas. Con 33-39 tenía que poner la directa el equipo malagueño si no quería verse fuera del partido cuando menos lo esperaba. Así, fue Romaric quien anotó un triple (36-39) para dar paso a un mate de Viny Okouo, que se mostraba imparable bajo el aro. Cuando recibía el ‘55’ ninguno de los interiores gallegos podía pararle, de ahí que el Clínicas Rincón remontara el partido hasta llegar a ponerse de nuevo con una renta de cinco puntos (46-41).

Karahodzic apareció para poner la soga en el cuello a los gallegos (58-50) a falta de cinco minutos exactos. El final, una fiesta: 74-60.