El Andalucía Costa del Sol Open de España Femenino comenzó ayer con las jugadoras anglosajonas asaltando las primeras posiciones, pero con la malagueña Azahara Muñoz y con María Parra, con el par del campo, tras una ronda complicada, en el puesto 14, encabezando las esperanzas nacionales.

Mención especial, dentro de ese nutrido grupo de golfistas foráneas que se han instalado con fuerza en la parte más alta de la tabla, para la norteamericana Amelia Lewis y el batallón de inglesas integrado por Florentyna Parker, Rosie Davies, Sophie Walker, Rebecca Hudson y Georgia Hall, una mezcla de currículos, experiencias y aspiraciones diversas que, sea como fuere, se ha hecho notar en estos primeros compases de la competición.

La mejor de ellas, la más suelta en las bellas calles y greenes de Aloha Golf fue la citada Amelia Lewis, con un palmarés carente por el momento de brillo y componente por tanto de esas nuevas generaciones de jugadoras que buscan hacerse un hueco entre las grandes a base de birdies.

La norteamericana, inspirada, rubricó cinco para acabar con cuatro bajo par tras construir una vuelta perfecta hasta el hoyo 16, un par 5 donde cometió la única mácula de su brillante recorrido, 68 golpes.

Entre las perseguidoras se encuentra la malagueña Azahara Muñoz, que experimentó una serie de sensaciones contrapuestas, un carrusel de acciones producidos por un momento de juego que no acaba de afinar. Un ciclón de inicio, dos birdies consecutivos para abrir boca, generaron unas expectativas que se fueron desinflando conforme el driver de la malagueña, y algún que otro putt en el camino, dejaba de ofrecer la precisión adecuada. Enfrentada ante las dificultades, Azahara Muñoz plantó cara a base de oficio, construyendo una vuelta muy decorosa que incluso soslayó un doble bogey en el hoyo 12 tras lanzar la bola al agua, una combinación de acciones que, faltaría más, le permite mantener intactas la más altas miras.

Lo mismo le ocurre a María Parra, que en su debut como jugadora profesional ha puesto de manifiesto la garra que le ha caracterizado desde siempre en su brillante etapa amateur. La golfista andaluza sufrió y disfrutó, se agarró al campo en los momentos más comprometidos y dio un paso al frente con dos birdies en la recta final de su recorrido para reivindicar una calidad que puede llevarla, ahora como profesional, también muy lejos.