El Marbella estrenó liderato ante su público con un emocionante e intenso duelo que concluyó con empate a uno. Enfrente tenía a un rival directo por el ascenso como el Real Murcia. Los visitantes no se arrugaron ante el gol que Corpas materializó a los 23 minutos. Pero pese a que los blanquillos buscaron con insistencia ampliar su renta, la escuadra murcianista equilibró el duelo en el último segundo de la primera mitad.

El nigeriano Chrisantus fue el encargado de culminar, cuando ya algunos espectadores se dirigían hacia las cantinas del estadio, una acción que dio paso a una segunda parte repleta de ocasiones. No obstante, en algunas zonas el césped del Municipal, embarrado por las últimas lluvias, complicó a los pupilos de Estévez desplegar su tradicional juego combinativo y las rápidas acciones al contragolpe.

La novedad más importante era la entrada de Catena por Lolo Pavón en el conjunto marbellí. Precisamente el propio Catena fue el encargado de cabecear a la escuadra un balón que el meta visitante Biel Ribas despejó cuando casi ya se cantaba como el 2-1. Esta ocasión fue la última del partido, con lo que prácticamente hubiese imposibilitado una nueva reacción de los visitantes.

Wilfred durante la primera parte apenas tuvo trabajo. El tanto de Chrisantus fue de hecho la mejor acción en ataque de los murcianistas, pese a que no dejaron de buscar la verticalidad desde el primer minuto de juego.

El peor enemigo para el Marbella estaba sobre el suelo, en esos referidos charcos que eran más numerosos en la franja central. Con la necesidad de buscar la velocidad por las bandas, Corpas, autor del único tanto local en el minuto 23, fue el mejor estilete. Fue dueño y señor de la banda derecha e incluso estuvo a punto de poder culminar con maestría varias internadas en las que volvió loca a la zaga murciana.

El jugador jienense, sin que se hubiese estrenado el marcador, ya buscó la meta contraria con insistencia. En una gran acción suya, Juanfran era el encargado de rematar al primer palo y ya desde entonces se ponía a prueba al arquero Biel Ribas.

En la acción del tanto que rompía la igualdad inicial, el capitán Añón se sacó de la chistera un gran pase entre líneas. Definió Corpas, con maestría, para superar a la defensa dentro del área.

La primera réplica llevaría la firma de Pedro Martín, con la intervención de Wilfred para evitar toda posibilidad de culminar el ataque visitante. Pero en un saque de esquina también la tuvo Charli, aunque su cabezazo se fue por arriba. El Marbella también quiso dictar sentencia, pero los dos grandes protagonistas de la mañana dominical no pudieron completar esta vez su guión de mejor manera. En la combinación de Corpas hacia Añón, con disparo del capitán, de nuevo Biel Ribas demostraría sus magníficos reflejos.

El cuadro visitante empató de la forma más inesperada. Casi sin segundos por disputar antes del descanso, un buen despeje de Wilfred fue recogido por el nigeriano Chrisantus. Los locales se fueron hacia el vestuario con protestas al colegiado, puesto que esa acción habría nacido de unas posibles manos de Santi Jara en el centro del campo.

El Murcia volvió a salir bastante concentrado y sin otra premisa que la de buscar la verticalidad y el acercamiento hasta los dominios de Wilfred de una u otra forma. El segundo tanto, sin embargo, no llegaría ni para unos ni para otros. Wilfred en esta fase certificó cómo ha llegado a este punto de la competición. En el área contraria, Ferrón sería el encargado de dar un primer aviso, después de haber sustituido a Juanfran.

Con el Marbella a la caza de un gol que en las postrimerías hubiese ampliado a tres su buena racha de victorias, estuvo a punto de lograrlo en la mencionada falta que, lanzada por Indiano, fue peinada por Catena justo a la escuadra.

El pitido final pareció sin embargo contentar a unos y a otros. Para los costasoleños supone alcanzar la marca de diez jornadas y casi tres meses sin conocer la derrota en la competición y seguir líder.