Mejor ahora que en plenos ´play off´. Es la lectura optimista del problema. La otra, la negativa, es más apabullante y llamativa: vuelven las lesiones. La enfermería del Unicaja, que parecía un desierto en los últimos meses, vuelve a asimilarse más a las puertas de El Corte Inglés en el primer día de rebajas. Nuevos inquilinos pueblan los servicios médicos del Unicaja. Tres, para ser precisos y concretos. Y justo en la previa de un partido muy importante, el derbi andaluz que disputará esta tarde el Unicaja en Granada.

Lo que iba a ser una fiesta, con el desplazamiento más multitudinario de aficionados cajistas a la vecina ciudad de La Alhambra –unos 300 malagueños irán a Granada–, se convirtió ayer en un nuevo dilema. Caras serias en el Carpena. Algo no va bien. Las lesiones vuelven a aparecer, cuando el asunto ya se daba por desterrado, tras tropecientas operaciones, muchos días de baja y un sinfín de molestias físicas, fichajes, excusas y quebraderos de cabeza.

Berni fue el primero en dar la voz de alarma. El capitán se levantó por la mañana con un cuadro de mareos y vértigos. Carlos Salas, uno de los médicos del club, estuvo toda la mañana y parte de la tarde con el ´5´, de hospitales, haciéndole pruebas. La decisión final es que durmiera anoche en Málaga. Hoy, tras pasar un nuevo examen médico, se estudiará si viaja o no en la misma mañana del duelo.

El equipo siguió con el plan previsto y se ejercitó por la mañana en el Martín Carpena. Como los problemas nunca vienen solos, Joel Freeland recibió un golpe justo en la pierna que, por molestias, le había impedido ejercitarse un par de días esta semana. El pívot ya había sufrido un fuerte impacto en la misma zona en el encuentro ante el Blancos de Rueda Valladolid. El nuevo traumatismo le retiró del entrenamiento.

El doctor Salas, pluriempleado ayer, le exploró por la tarde en el Martín Carpena, antes de partir en autobús hacia Granada, pasadas las ocho de la tarde. Tiene dolor, pero es aguantable. Se subió al bus y hoy podrá jugar.

El tercer implicado en la trama de desgracias de ayer viernes fue Giorgos Printezis. Otro fuerte golpe, esta vez en el hombro del griego, le apartó del entrenamiento matinal. Eso sí, más que nada, por precaución. Tras lo de Berni y lo de Freeland, Aíto y los galenos verdes quisieron curarse en salud y le mandaron rápidamente a la ducha. No fuera a ser que la articulación del jugador se resintiera.

Visto lo visto, para el encuentro de hoy habrá que desear, además del triunfo, que todos acaben sanos y salvos el envite. Hay mucho sobre el parqué. El Unicaja se está jugando tratar de acabar quinto en la Fase Regular de la ACB, con lo que allanaría tremendamente su ´play off´ de cuartos. De medirse al Real Madrid a hacerlo con el Power Electronics Valencia. Aunque, de pasar a semifinales –que es pronosticar mucho–, el rival podría ser el Barça.

Los cajistas no tienen, ni mucho menos, garantizada su sexta plaza liguera. El Asefa Estudiantes es sexto, igualado con los costasoleños (17 triunfos y 15 derrotas), pero con peor ´average´. Y los colegiales tienen un plácido esprint final. Esta misma tarde, a partir de las 19.00 horas, reciben al Meridiano Alicante, que ya está salvado. Y acaban la Fase Regular ante el descendido Xacobeo Blu:sens. El Unicaja, el próximo domingo, se las verá en el Carpena con el Caja Laboral. Como ven, la diferencia es notable. Por eso, hoy hay que ganar. Sí o sí.

Pista talismán. El Palacio granadino guarda el mejor de los recuerdos posibles para Aíto y sus hombres. El Unicaja consiguió justo allí, la pasada temporada, el triunfo más holgado a domicilio en toda su historia. Los malagueños ganaron 51-93. En total, 42 puntos de diferencia. Una auténtica salvajada.

Y de aquello hace tan sólo un año y ocho días. Además, la paliza se produjo en una situación idéntica a la de este año. También era la penúltima jornada liguera. El Granada ya no se jugaba nada. El Unicaja necesitaba ganar para ser tercero. Ahora lucha por ser sexto. Hemos retrocedido tres puestos en un año. Quedan los ´play off´ para enmendar todo lo que se ha hecho mal este curso. La solución, en Granada. Victoria, tapeo y ´pa casa´.