Todo el mundo lo asume. Es como una máxima en el baloncesto nacional que nadie se atreve a discutir: el Centro Insular de los Deportes, la pista que mañana visita el Unicaja en la antepenúltima jornada de la Fase Regular de la Liga ACB, es un fortín casi inexpugnable. En otras palabras, que ganar al Gran Canaria 2014 en su ‘jaula’ es casi imposible. Pero -como diría Mourinho-... ¿por qué?

Allí, en Las Palmas, tienen una teoría muy particular para explicar el secreto de su éxito. Para hacer entender a los peninsulares que el Gran Canaria sea, una temporada sí y otra también, uno de los clubes con mejores resultados de la ACB al amparo de su afición. Los números, desde luego, son irrefutables: Caja Laboral, Barcelona, Real Madrid, Power Valencia, el propio Unicaja... todos los ‘grandes’ pierden en el Centro Insular de Deportes (CID) con mayor frecuencia que en cualquier otra cancha de la Liga. Como se repetiría el ínclito ‘Mou’... ¿por qué?

Pues según ellos es por una pura cuestión a caballo entre lo geográfico, lo meteorológico y la simple mala adaptación corporal a un ‘medio extraño’. Y es que las dos horas y media de viaje desde la península a Gran Canaria, unido a la ‘horita menos’ en el reloj cuando llegas a la isla, y a las condiciones ambientales de máxima humedad que reinan en Las Palmas (rebajándote al mínimo la tensión desde que bajas por la escalerilla del avión) son las supuestas claves de su secreto.

Lo cierto es que habitualmente un equipo que juega en el CID un domingo a las 12.30 horas llega la tarde del sábado a la isla. Es más, el Unicaja barajó esta opción ya que hay vuelo directo desde Málaga a Las Palmas esta misma tarde, con llegada a la isla a las 19.30 horas. Pero haber volado hoy habría sido, si nos atenemos a la leyenda que envuelve estos partidos del ‘Granca’ en casa, un craso error.

En Canarias aseguran que menos de 24 horas de margen es muy poco tiempo para adaptar los biorritmos del rival a un viaje que es más del doble de largo que cualquier otro de la temporada ACB, además del cambio de hora y de hábitos, incluidos. Vamos, que el día del partido, entre que el visitante ha dormido una hora menos, que ha cambiado sus horarios habituales de las comidas y que la ‘plasta’ ambiental le ha aplatanado... pues luego pasa lo que pasa en la pista. ¿Leyenda? Quizás... ¿o no?

El caso es que huyendo de esta creencia popular canaria, el Unicaja está en Las Palmas desde ayer por la mañana. O sea, que cuando los árbitros lancen mañana a las 12.30 (Canal Sur) el balón al aire, los verdes llevarán en Canarias casi 48 horas, el doble de lo que habitualmente hace cualquier equipo que visita el CID a lo largo de la temporada. Hasta se habrán entrenado un par de veces en el escenario del vital choque por una plaza en el play off por el título. Tiempo más que suficiente para minimizar este jet lag casero’ al que supuestamente se agarra el ‘Granca’ en sus partidos como local.

Igual que en el play off de 2009. El Unicaja, además, ha repetido el modus operandi que realizó el 16 de mayo de 2009, cuando en una eliminatoria de cuartos de final por el título viajó a Las Palmas con 0-1 en contra a jugarse la vida contra los amarillos.

El equipo canario había ganado en el Martín Carpena el primer partido y al Unicaja sólo le valía ganar en el CID para no quedar eliminado de la lucha por el título. El Unicaja viajó dos días antes del partido -igual que en esta ocasión- para aclimatarse a lo que tenía por delante. Una canasta de Carlos Cabezas en el último ataque obró el milagro. El Unicaja ganó, empató la serie (1-1) y la remató en Málaga en el tercer partido. Mañana habrá que intentar repetir la historia. Con jet lag o sin él.

Igual que hace 2 temporadas. Otro ultimátum en el CID. La Opinión de Málaga ‘avisó’ del secreto del Gran Canaria en la previa del partido del play off de 2009 en el que el Unicaja necesitaba ganar para no quedar eliminado.