La megaestrella de Oklahoma, Kevin Durant, fue el primero en abrir la veda. El ala-pívot, elegido MVP del Mundobásket de Turquía 2010, se dirigió al Unicaja para mostrarle su interés en recalar en el club malagueño. A cambio de 750.000 euros libres de impuestos al mes. Con el coto abierto, tras él han seguido un buen número de jugadores, algunos de un alto perfil, y otros de nivel más bajo, aunque muy aptos para reforzar un club como el de Los Guindos.

A punto estuvo de concretarse estos pasados días la contratación de Tiago Splitter. El brasileño no exigía la elevada ficha, imposible de asumir, de Durant. Pero el club hizo cuentas y tampoco le salieron. No hay que olvidar que detrás del equipo está la entidad financiera, el patrocinador más longevo en la historia del deporte de la canasta, y la Caja frenó la operación en seco. Splitter firmó el mismo contrato que ya tenía apalabrado en Málaga con el Valencia. Ayer, de hecho, llegó a la ciudad del Turia y podría incluso debutar este fin de semana.

Cerrado el capítulo de Splitter, el director deportivo del club, Manolo Rubia, habló ayer para la agencia de noticias Europa Press, en la que admitió el ofrecimiento del alero de Boston Paul Pierce, de 34 años, adelantado por Radio Marca en la mañana de ayer. «Ahora nos llegan noticias de jugadores con mucho nombre, como Paul Pierce que, a pesar de ser veterano, es un gran jugador», explicó.

Aunque lo más interesante que aportó es que el Unicaja cierra el grifo de refuerzos, de momento: «Nosotros no hemos planteado ningún fichaje NBA, ni hemos hablado con representantes, por que el grupo está muy bien», recordó. «Es una temporada bastante dura en cuanto a que hemos hecho una regularización de presupuestos, sobre todo con los jugadores que se han ido, como Printezis o Guille Rubio, y la situación complicada por la bajada de presupuesto, que nos afecta a todos. Es por ello que este desembolso extra es muy difícil que lo hagamos», precisó.

El director deportivo matizó que es «muy difícil» que se haga algún movimiento, pero no dio por zanjada cualquier llegada. Y es que los ofrecimientos siguen haciendo cola en los despachos de Los Guindos. Y uno de los más llamativos ha sido en las últimas horas el del alero de Chicago, Loul Deng. La prensa turca daba ayer al británico muy cerca del Besiktas, donde cobraría un salario de 160.000 dólares mensuales, además de hacerse cargo de un seguro que cubra su millonario contrato.

El nombre de Loul Deng hace tilín en las altas esferas del Unicaja, según supo ayer La Opinión. Es, en primer lugar, comunitario. Nació el 16 de abril de 1985 en Sudán del Sur aunque tiene pasaporte británico y juega con la selección nacional del Reino Unido.

Al ser comunitario no crearía un drama para entrar en la dinámica del equipo y lo haría sin romper demasiado la fisonomía del plantel, y ocupando la plaza de Peric. Conoce el baloncesto FIBA y ocupa una posición en la pista en la que el Unicaja se encuentra necesitado. Deng mide 2,06 metros y su posición natural es de alero. Pero en el club están convencidos de que en el baloncesto europeo podría defender a los «cuatro» modernos, esos que huyen de la zona, viven en el perímetro para abrir el campo y ayudan en el rebote. Se mataría así dos pájaros de un tiro. Con el bajo rendimiento de Fitch, la lesión de Tripkovic y las limitaciones de Saúl, el equipo necesita un tirador, un jugón. Y Deng lo es. Esta última temporada ha promediado en los Bulls 17,4 puntos y 5,8 rebotes.

Su sueldo en Chicago para la presente temporada es de 12.341.275 dólares, que se incremente en los dos cursos siguientes: 13.326.700 y 14.312.125. Sin embargo, en su desembarco en Europa «sólo» está dispuesto a cobrar 160.000 euros al mes. Una cifra muy similar a lo que pedía Splitter. Y ya saben qué ocurrió con el brasileño...