El Unicaja le ha pedido un «gesto» a Jasmin Repesa, el todavía entrenador del Cibona Zagreb. Y no es otro que sea el propio técnico, pretendido por el club de Los Guindos, quien costee su salida del equipo croata. Un movimiento que está tipificado en el contrato que une a Repesa al histórico equipo croata: 30.000 euros. Ésa es la cifra que cuesta romper la vinculación del técnico balcánico con el cuadro de Zagreb. Poco dinero en este mundillo.

El Unicaja tiene decidido que sea Repesa, entrenador croata de origen bosnio, quien dirija al cuadro malagueño a partir de la próxima temporada. Y en Estambul, donde se ha celebrado la Final Four de la Euroliga, se han continuado dando pasos en esa dirección. Hace un par de meses, en plena crisis verde y tras decidir destituir a Chus Mateo, ya se alcanzó un acuerdo con él y con sus representantes. Incluso el Unicaja gestionó la compra del billete de avión de Zagreb a Málaga. Pero con todo atado y bien atado surgió un problema que lo paró todo.

Repesa, con contrato en vigor con el Cibona, fue incapaz de romper su vinculación con su club de toda la vida. Había regresado esta temporada tras un convulso verano. Abandonó el Benetton italiano tras la bancarrota del equipo de Treviso y con un contrato ya perfilado con el Real Madrid, el equipo blanco se decidió por Laso.

Así que Repesa se quedó compuesto y sin equipo. Quería entrenar sí o sí y aceptó la propuesta de «su» club, con el que firmó un contrato largo, de cuatro años con los dos primeros garantizados, que se puede romper verano a verano. Y el próximo 30 de junio puede abonar su cláusula de rescisión que, en los números que se mueve el baloncesto de primer nivel, es relativamente baja. Tan sólo 30.000 euros.

El Unicaja tiene muy decidido que sólo aquél que realmente quiera estar en el club malagueño venga a la Costa del Sol. Por eso le ha pedido a los agentes de Repesa que haga un guiño y sea él quien abone de su bolsillo esa cantidad. Y, a partir de ahí, anunciar posteriormente su marcha del Cibona y su llegada a Málaga.

Es un pequeño paso en una negociación que, mucho ojo, aún no está cerrada. El Unicaja quiere a Repesa y Repesa quiere al Unicaja. Pero las historias de amor no siempre acaban con final feliz. Hay muchos matices y flecos. Y se irán abordando en las próximas semanas, ya que el Unicaja quiere cerrar en primer lugar el nombre del técnico para trabajar ya con jugadores sobre la mesa en la composición de la próxima plantilla 2012/13.

La simbólica cantidad de 30.000 euros tienen la llave de la operación. Repesa, además, deberá renunciar tras el verano a dirigir a Croacia. Le une un acuerdo verbal con la Federación de su país para el PreEuropeo de estos próximos meses. Y, a partir de ahí, debe también decir adiós al equipo nacional, ya que la ACB no permite a ningún equipo que su entrenador sea, al mismo tiempo, técnico de selección alguna. Jasmin Repesa es el hombre.