Pues definitivamente, el FC Barcelona ha dado señales de vida. Hubo ayer un cruce de llamadas entre la Ciudad Condal y la capital de la Costa del Sol. El Barça se ha quitado la careta y ha admitido que sí, que el cuadro blaugrana es el que está detrás de la marcha del prófugo Álex Abrines.

De hecho, según supo ayer este periódico, un alto directivo del FC Barcelona se desplazará a Málaga la próxima semana, una vez que concluya la final de la Liga ACB ante el Real Madrid (2-2 y quinto partido mañana en el Palau), para negociar directamente, cara a cara, la salida de la joven estrella balear.

El Unicaja ha acogido la noticia con cierto agrado. Perdido ya el jugador, el club quiere sacar una importante tajada económica a la operación. Y si el Barça se hace responsable del «robo» habrá un interlocutor, ya que las relaciones con su agente, Igor Crespo, se han roto tras la trastada.

El Barça es el primer interesado en que las negociaciones sean cordiales y que se finalicen rápidamente. El Unicaja es el dueño de los derechos federativos del chico y puede acudir al derecho de tanteo, por lo que podría dilatar muchísimo tiempo su pase al Barça, con los juzgados de por medio. No hay conformidad con la cláusula abonada por Abrines para salir del Unicaja, así que hay mucha tela por cortar.

El club de Los Guindos no quiere los 300.000 euros depositados por el alero balear, sino los 640.000 más el 18% de IVA que marca su cláusula de rescisión del primer equipo. Además, el Barça deberá pasar por caja para negociar por el tanteo. El «caso Abrines» podría dejar casi un millón de euros.