Es el arquetipo del jugador ideal que Jasmin Repesa aspira a tener en Málaga: completo, polivalente, intenso, gran defensor, buen atacante y hombre de equipo. Así los quiere el coach, con las excepciones de un par de jóvenes y un par de estrellas. El resto debe imitar a Sergi Vidal. «Lo primero es el equipo», reiteró una y otra vez el catalán, el primer jugador presentado con la elástica verde. Aunque esta vez no hubo posado con camiseta, por aquello de Li Ning. Hummel, la marca que vestirá al equipo, trabaja en el nuevo diseño.

Vidal ha vivido todo lo que un jugador puede pasar durante su etapa profesional. Ha levantado títulos con el Tau, ha vivido la miseria de sentirse un don nadie en el Real Madrid, ha sido estrella en el Lagun Aro y hombre importante en su larga etapa baskonista. Y ése es el rol que se le reserva aquí en Málaga. El de hombre de equipo, especialista en todo y vital para unir al grupo gracias a su experiencia. El badalonés de 31 años, «atraído por la Euroliga» y por un «gran proyecto», no dudó en darle el sí quiero al Unicaja. Estará dos temporadas en la Costa del Sol, tiempo en el que, aseguró, espera volver a catar la gloria de alzar trofeos.

«Me hace mucha ilusión jugar aquí, porque me dan la oportunidad de seguir siendo ambicioso. No sabía si este tren había pasado ya para mí y dedicaré mi máximo esfuerzo y sacrificio», explicó.

«Tras los dos años en el Madrid, en los que apenas jugué, dudé de que podía volver a la elite, a estar en la Euroliga. Para mí jugarla es lo más importante de todo, era una prioridad para mí». Y es que fichar por el Unicaja es todo un reto. Porque después de esa etapa «en blanco» y militar en el Lagun Aro (con 34 minutos de media ha sido el hombre con más minutos en pista), volverá a disputar dos choques por semana, a los 31 años.

«Tengo unas ganas enormes de afrontar este reto. Cuando juegas un partido por semana, los días se te hacen muy largos, sobre todo si pierdes, porque se te queda una espinita. Lo que tengo son muchas ganas por volver a jugarla».

Ya ha tenido una conversación telefónica con Jasmin Repesa, en la que el croata de origen bosnio le ha pedido que sea él mismo. «Quiere que haga lo que siempre he hecho: correr, defender, ser agresivo, rebotear, sumar en muchas facetas. Si un día no me entran los tiros aportaré en otra cosa. Siempre puedo sumar», comentó.

La futura plantilla es una incógnita, pero él está convencido de que será «ambiciosa» y de que el club hará «un buen equipo». Habrá, al menos, diez jugadores fichados, por lo que «puede que la adaptación tarde», porque «la gente «tiene que conocerse y asimilar los sistemas, pero trabajaremos duro».