Ognjen Kuzmic puede ser uno de los nombres del verano. Cuando todos contaban con su presencia en el Unicaja como complemento de Fran Vázquez para el juego interior, el repentino interés de Golden State Warriors por reclutar de inmediato al pívot bosnio lo ha cambiado todo. La negociación, tal y como ha ido contando este periódico desde que salió a la luz pública, se ha frenado. El Unicaja no quiere que el chico salga ya y remite a la franquicia de la NBA al pago de la cláusula, fijada, tal y como informó este diario, en 800.000 euros en su segundo año de su nuevo contrato en Málaga.

Kuzmic, expectante, habló ayer. «El sueño de todo jugador es ir allí. Ahora tengo contrato y soy jugador del Unicaja. Si ellos están hablando... No he cambiado mi idea. Si tengo contrato, soy jugador del Unicaja. Si voy o no, no lo sé. Hay opciones de poder ir, pero no sé si voy a ir. Si puedo ir jugaré porque allí los pívots están lesionados. El club me ha dicho que ellos quieren que siga aquí. Yo les he dicho que estoy bien y si voy allí también estaré bien», comentó el pívot.

El inconveniente para Kuzmic es, precisamente, el pago de su cláusula. Él debe aportar de su bolsillo 400.000 de los 800.000 euros, cantidad que no tiene y que el Unicaja no quiere fraccionar en tres pagos. «Ahora mismo tengo el problema con el pago de la cláusula, no sé cómo vamos a pagar eso, es el problema. Ellos me quieren ahora y no sé qué va a pasar».

«Estoy contento y feliz aquí, y si voy allí también voy a estarlo. Va a depender de los dos clubes, de cómo lo hagan, estoy esperando a ver qué va a pasar. Que sea rápido, porque estoy esperando y si no va a ser peor para el club y para mí. No hay fechas. Mis agentes me dicen que esté tranquilo, que espere». El dilema de Kuzmic. Y del Unicaja.