El Unicaja afronta su primera final de la temporada y la ultima de un año no sé si para olvidar, pero al menos para no recordar mucho. Una final que llega antes de tiempo pero que tiene muchas lecturas positivas para el equipo de Joan Plaza. La primera, que se juegue en Florencia. La pista del Montepaschi es una pista muy complicada para jugarse la vida. Hacerlo en el Nelson Mandela Forum de la ciudad toscana es una gran ventaja. La casi inexpugnable cancha italiana ha pasado a ser, con el traslado a Florencia, un recinto donde sólo han perdido el Bayern y el Zielona Gora, y por ventajas muy cortas.

El equipo de la Costa del Sol tampoco necesita una gran ventaja. Ganar por 1 es suficiente. Algo que viendo la actualidad del Siena no parece imposible. La incorporación del «deseado» en Málaga Spencer Nelson ha cambiado un poco al equipo italiano pero su suerte sigue dependiendo de las manos de Daniel Hackett. El «hijo del arte» maneja el ritmo del equipo acompañado de un Spencer Nelson que está consiguiendo brillar sin grandes anotaciones. La última demostración su partido ante Zielona Gora hace dos semana. En casi 20 minutos, 0 puntos con sólo un tiro a canasta, pero 10 rebotes.

Es verdad que el equipo italiano ganó en el Carpena pero también es cierto que posiblemente aquel partido lo perdió el Unicaja. El equipo no estuvo acertado y Joan Plaza tampoco tuvo su mejor partido, sobre todo en los últimos segundos. El equipo italiano será un rival muy duro, muy compacto pero inferior al que por ejemplo afrontó el equipo malagueño hace un año o al que se paseo por la liga italiana en el último lustro. La pérdida de David Moss en verano ha terminado con el espíritu, con el gen ganador, del equipo de Siena.

Lo menos claro del partido es su fecha. Uno todavía no alcanza a entender como Unicaja y Siena pueden jugar hoy, y el Bayern mañana. La ventaja para el equipo alemán es indudable, podrá jugar con el resultado de esta noche. Una victoria del Unicaja les clasifica sin jugar. Una derrota dejará a los alemanes la posibilidad de ganar a un Galatasaray que no se jugará nada para lograr el objetivo. Una gran ventaja que la Euroliga concede al equipo alemán y que alguien debería explicar. En este caso no todos jugamos con las mismas cartas, y eso cuando se trata de una competición seria, no debe ocurrir. No parece tan complicado hacer coincidir dos partidos a la mis ahora y el mismo día cuando uno se juega en Múnich y el otro en Florencia.

En cualquier caso, Unicaja puede y debe ganar esta noche en la cancha su clasificación para el Top 16 y después, preguntar a la Euroliga qué ha pasado? en la última jornada.