Probablemente, 2013 haya sido uno de los años más importante para el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón. Atrás quedan 365 días en los que el club dio un paso al frente y logró el ansiado ascenso a la LEB Adecco Oro. El pasado año ha significado un cambio radical en cuanto a la percepción de muchos en cuanto a un proyecto que camina de la mano del Unicaja, pero que nunca renunciará a competir con los más grandes y a intentar alcanzar objetivos que parecen imposibles.

Junto con Manolo Rincón, presidente del CB Clínicas Rincón, y Paco Aurioles, director deportivo del club, se encuentra otra figura fundamental: Francis Tomé. El técnico del equipo es quien tiene gran parte de culpa de que la plantilla se haya hecho mayor y de que de un año para otro el conjunto malagueño haya sido capaz de meterse en la final del Play Off de Leb Plata y competir con los más grandes en una categoría tan exigente como es la Adecco Oro. “2013 ha sido un año muy positivo. No solo el final de la temporada pasada, donde el equipo creció mucho en los Play Off por el ascenso, sino también la temporada actual en Leb Oro. Ganar cinco partidos tiene un mérito enorme para un equipo tan joven. Hay que ganarse el respeto de la liga y competir todos los días”.

El gran cambio que ha tenido el equipo no ha sido fácil. Esa capacidad de madurar y de dar un paso al frente en momentos importantes ha tenido que ir quemando sus etapas, como explica el técnico malagueño. “Subir de categoría ha significado un cambio muy importante. Había algunas dudas, sobretodo si el equipo iba a ser capaz de competir siendo prácticamente la misma plantilla del año pasado, si íbamos a ser capaces de competir jugando como queríamos jugar”. La cosa no ha podido ser más positiva, porque la gran mayoría de los técnicos que se enfrentan al Clínicas Rincón insisten en la complicación de jugar contra el equipo malagueño y el alto ritmo de juego que son capaces de alcanzar los jugadores. Ahí tiene culpa el cuerpo técnico, centralizado todo en la figura de Tomé. “Creo que esa ilusión que yo tenía de ver jugar al equipo de la manera que lo está haciendo, siendo un equipo de cantera, en una liga profesional, ya no es una ilusión, sino que es una realidad. Tengo confianza plena en este equipo. Soy incapaz de hacer algo sin tener confianza en lo que estamos haciendo y en la gente con la que lo estoy haciendo”.

La temporada pasada, en Adecco Leb Plata, tuvo un final de casi perfecto. Se pudo mejorar con la victoria en el Play Off final contra Palma Air Mallorca, pero el destino quiso que el equipo se quedara a las puertas de tocar el cielo. A pesar de lo dura y exigente que fue la competición, Francis Tomé siempre tuvo fe en que sería una temporada para disfrutar y aprender. “Siempre confié en que el equipo podía ascender a Oro tras llegar al Play Off. Pensaba que podíamos ganar la eliminatoria y de hecho estuvimos muy cerca de ganarlo, pero Dejan falló el tiro libre”.

2013 será un año que difícilmente pueda olvidar Francis Tomé. Sin embargo, su trayectoria en los banquillos es tan amplia que es imposible asegurar que ha sido su mejor año. “Gracias a Dios he tenido años muy buenos. No me gusta decirlo, porque puede quedar un poco egocéntrico, pero he tenido la suerte de ganar muchas cosas importantes”. El técnico señala que “este año ha sido un paso más en mi carrera y espero que no sea el último, que sigamos dando más pasos al frente y que yo siga creciendo como entrenador como intento que mis jugadores crezcan como equipo”.

Humilde como pocos y un trabajador incansable, tiene una capacidad de liderazgo dentro de vestuario que es capaz de hacer creer a su equipo que en una competición como la Leb Oro todo es posible. En Málaga ya es un referente para muchos técnicos que empiezan, pero para él nada ha cambiado. “Sigo siendo el mismo. Sigo teniendo los mismos amigos de siempre, me sigo riendo con ellos como siempre y sigo disfrutando de ellos y de mi familia como siempre. Eso sí, Francis Tomé odia perder y en eso, sí que ha cambiado en los últimos meses. “Lo único que ha cambiado es que me molesta mucho perder y me cabreo mucho cuando no ganamos, pero tengo mucha ilusión en lo que estamos haciendo y estoy muy orgulloso de ello. No voy a dejar de pensar de esa manera. Sí es verdad que me veis más cabreado que el año pasado, pero es porque perdemos más partidos como es normal en Oro, pero estoy muy contento de ver al equipo competir como lo está haciendo”.

Al igual que es imposible centralizar el año que se acaba de ir como el mejor de la carrera de Francis Tomé, imposible es también quedarse con un momento o una imagen de 2013. “Hay muchos momentos del año pasado. Ha habido victorias muy importantes, como la de Azpeitia en casa en el partido que nos metía en semifinales de Adecco Leb Plata. Esa fue muy importante porque quizá era la eliminatoria más complicada. También está ese momento de ganar los dos partidos en Castellón que nos metían en la final, o la victoria en el tercer partido en la final en Mallorca. También me quedo con la primera victoria de este año en Lleida, que para nosotros fue vital. Gracias a Dios hemos tenido partidos muy importantes y focalizar todo en uno sería injusto”. Nosotros le pedimos que eligiera uno tan solo, el más especial de todos. Él no duda y lo tiene claro. “El primero de todos es el de Azpeitia. Para mí está el primero en la lista”.

Así, 2014 comienza sin respiro para el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón, que ya el día 4 de enero abre la segunda vuelta con el partido ante el Melilla Baloncesto, que se juega en el Polideportivo de Carranque a partir de las 19 horas. Para este nuevo año, muchos deseos. Él es ambicioso. “El primer deseo es ganar el partido del sábado contra Melilla. Gracias a Dios, como soy tan pesado, seguro que 2014 estará lleno de deseos. Así que el primero es ganar a Melilla. Después os diré algunos más”.