El Unicaja fichó a Mindaugas Kuzminskas en el mes de abril de 2013. De haber esperado unos meses, el lituano hubiera tenido ofertas en firme de otros grandes equipos de Europa. Pero la dirección deportiva cajista obró con rapidez y se anticipó a todos. Ya sucedió lo mismo con Luka Zoric, por ejemplo. A los clubes como el Unicaja no les queda otra: ser más astutos que los grandes talonarios del baloncesto nacional y europeo o esperar a que los grandes clubes actúen en junio y julio para quedarse en el mes de agosto con lo que quede en el mercado.

Esta temporada aún no se han producido negociaciones definitivas con ningún jugador, pero sí que hay un hombre encima de la mesa, como informó La Opinión el pasado 17 de febrero: el base checo Tomas Satoransky.

El base de 22 años acaba contrato en el Cajasol, que el pasado verano pidió 500.000 euros por su libertad. Ahora queda libre y los sevillanos sólo podrían apelar al derecho de tanteo, como hicieron con Earl Calloway o Txemi Urtasun, sin ningún éxito.

Pero habrá competidores por hacerse con la perla checa. Y alguno muy peligroso. Es el caso de los Washington Wizards, franquicia de la NBA que le drafteó en el puesto 32 en 2012. El internacional ha disputado ya varias Ligas de Verano con su equipo americano y, según explicó el pasado mes de febrero en El Desmarque Sevilla, los Wizards ya le han comunicado que dé el salto a la NBA este mismo verano. «Desde América vinieron a hablar conmigo hasta Sevilla, eso es muy buena señal por parte del club, pero no significa que me vaya a ir. Quiero escuchar ofertas hasta el último momento», declaró el propio jugador.

«Sato», a pesar de su edad, tiene los pies en el suelo y es consciente de que quizá sea pronto para dar el salto a la mejor Liga del Mundo. En Sevilla aún no ha ganado nada, no ha hecho carrera. Y desde su entorno se desliza la idoneidad de que siga aún un par de temporadas más en Europa, en un club de Euroliga, donde pueda pulir defectos y curtirse plenamente.

Aquí es donde aparece el Unicaja y, especialmente, Joan Plaza. El técnico fue su «descubridor» en Sevilla. De alero le situó en el puesto de base. Y cuando el Cajasol vino a Málaga en febrero le dedicó elogios. «Satoransky es un crack, es un tío estupendo. No sólo por lo que es en la pista. Le gusta mucho el baloncesto, no tiene hora de irse a casa. Es tolerante, escucha, tiene carácter. Estoy muy orgulloso de haberle puesto de «uno» cuando todo el mundo apostaba que sería un «tres». Tiene el futuro en sus manos y está cercano de dar un paso importante en su vida deportiva».

«Sato» tiene más novias, además del Unicaja, aunque ninguno tiene la «baza Plaza». Diario de Sevilla hablaba en enero de un interés del Fenerbahce turco y y el Laboral Kutxa ya le quiso en verano.