No entiende Joan Plaza de derrotas intrascendentes. Ayer se mostró muy serio nada más acabar el partido. «Ha sido un bonito espejo del que sacar importantes conclusiones de cara a los cuartos de final. Fue una lotería en la que esta vez nos tocó la cruz de la moneda. Ambos equipos merecimos ganar y perder por igual. La última jugada nos salió de una manera horrible. Ellos defendieron muy bien en zona y nos cerraron todos los caminos», aseveró.

Pese a mentar al factor suerte, no quiso obviar Plaza los males de su equipo. «Estoy decepcionado con las muchas pérdidas de balón que hemos tenido y las pocas asistencias que dimos», dijo. Eso sí, destacó la mejoría defensiva experimentada durante la cita de ayer. «Veníamos de encajar una media de 75 puntos y hoy (por ayer) nos metieron 67. También atrás vamos afinando sensaciones».

Independientemente de lo que ocurra en la última jornada, Unicaja y Herbalife se empezarán a jugar a partir de la semana que viene un puesto en las semifinales de la Liga Endesa. El Martín Carpena alzará el telón de un duelo que se avecina apasionante, con un factor cancha de ingrato recuerdo en la capital de la Costa del Sol. «Ya lo tuvimos en la Copa del Rey y no me sirvió de nada. Jugábamos en casa y llegó el CAI Zaragoza para ganarnos con todo merecimiento. Lo puedes tener a favor y que se te escape a la primera; no te sirve de nada si no lo haces valer en el primer partido, aunque es verdad que se demuestra que hemos hecho un curso excelente», recordó el técnico cajista. Plaza intuye que la eliminatoria «se decidirá por pequeños detalles». «La distancia entre Unicaja y Gran Canaria es muy pequeñas». De su rival destacó a Bellas y Tavares, imperial ayer ante las torres verdes.

Plaza se mostró preocupado cuando habló de Zoran Dragic: «Estamos muy preocupados por Dragic. Lo más probable es que la lesión sea más grave de lo que parece, pero su predisposición es máxima. Nosotros nos hemos mantenido estables toda la temporada pese a las adversidades», finalizó.