Domantas Sabonis es, por muchas razones, uno de los nombres propios del Unicaja 2013/14. Ser hijo de Arvydas, una leyenda viva del baloncesto, jugar al máximo nivel sin tener la mayoría de edad, su proyección deportiva, que parece no tener techo o su decisión de marcharse a la Universidad de Gonzaga, le han situado en el candelero. Por ello, el Unicaja ha cuidado la imagen del jugador criado en Los Guindos de manera minuciosa y no ha sido hasta ahora, una vez alcanzada la mayoría de edad, cuando el club ha lanzado su primeras palabras. Declaraciones en las que Domas, con la timidez propia de su edad, explica su marcha a EEUU, habla de la relación que mantiene con su padre y agradece al Unicaja por todos estos años sin cerrar la puerta a un regreso a la que siempre será su «casa».

«Cuando termine mi etapa en Estados Unidos y si vuelvo a Europa una de mis preferencias sería volver al Unicaja. Quiero agradecer a la afición su apoyo y decir que si nuestros caminos se cruzan en el futuro me gustaría volver a jugar en mi casa», explicó Sabonis en unas declaraciones difundidas por el Unicaja.

En ese sentido, el ala-pívot cajista está seguro de que el salto a EEUU es lo más positivo para su carrera. «Espero lo mejor en los estudios y también espero lo mejor en cuanto al baloncesto. Espero aprender mucho allí también. Pienso que dar el paso va a ser lo mejor, quiero tener esa experiencia y creo que puedo compartir los estudios con el baloncesto de la mejor forma».

Por ello, asegura que tomar esa decisión ha sido consensuada y meditada. «Tomé la decisión cuando hablé con Joan Plaza. Hablé con él y me dio su opinión. Después lo evalué todo con mi familia y al final decidí marcharme», explicó.

A sus 18 años recien cumplidos, Sabonis asegura sentirse igual pese a un año en el que no sólo se ha hecho mayor en el DNI, sino también en el parqué. «Yo me siento igual, no ha cambiado mucho. Sigo pensando en los estudios y en el baloncesto».

Y comentó cómo empezó a jugar al baloncesto. «Empecé de chico viendo jugar a mi padre en Estados Unidos, iba a todos sus partidos. Me gustó mucho desde el principio y ya cuando vine a Málaga me apunté a la escuela de Los Guindos».

Precisamente, ser hijo de uno de los mejore jugadores de la historia de este deporte, es algo con lo que ha tenido que lidiar Domas desde que tiene uso de razón. «A veces es difícil pero intento no pensarlo. Intento trabajar duro y dar lo mejor de mí».

Sobre su relación, «Sabonis Senior» es parte fundamental en las decisiones deportivas del cajista, aunque éste asegura que su padre le deja su espacio. «Mi padre me deja mi espacio, siempre me ha dejado hacer mi camino. Hablamos después de muchos partidos y siempre me dice las cosillas que le gustan o que no le gustan. A veces sí es muy crítico conmigo mismo y otras no, depende. Pero casi siempre dice cosas buenas».

Domas se ha criado en Málaga, su casa es Los Guindos -su acento malagueño le delata- y guarda un gran recuerdo de su etapa en la cantera verde. «Me acuerdo mucho de cuando salíamos a torneos y a campeonatos, me lo pasaba muy bien con mis compañeros en los viajes».

Por último, el lituano ha querido agradecer a la gente del club todo lo que han hecho por él, tanto en años anteriores como éste, el de su irrupción en el primer equipo. «Quiero dar las gracias a todo el mundo del club. Especialmente desde que era chico a la gente de cantera, dar las gracias a todos los entrenadores y a todos mis compañeros. También quiero agradecer a Joan Plaza en un año que ha sido duro para mí por creer en mí; y a mis compañeros porque me han ayudado mucho».