­A los 18 años, 8 meses y 17 días, el ala-pívot Kenan Karahodzic ha debutado en el Unicaja. Y no lo ha hecho en una pista cualquiera. Lo hizo el jueves por la tarde en el mítico pabellón «Drazen Petrovic», histórica cancha del Cibona Zagreb que ahora ocupa en sus encuentros de Euroliga el KK Cedevita Zagreb. El jugador bosnio con nacionalidad serbia, una de las joyas de Los Guindos, se estrenó a lo grande con la camiseta verde. Debutar en la Euroliga no es moco de pavo. Y, además, contribuyó con dos puntos en los apenas 30 segundos que estuvo en pista.

Con un contrato recién renovado por cuatro temporadas en el Unicaja, el ala-pívot de 2,09 metros ha vivido unos días de lo más movidos. El jueves, pasadas las 20.30 horas, disputaba su primer encuentro con el Unicaja. Apenas 24 horas después, ya estaba haciendo la rueda de calentamiento con el Clínicas Rincón, que anoche jugó la tercera jornada de la LEB Oro ante el Lleida. Del sensacional Drazen Petrovic al vetusto Carranque. De la mejor competición del Viejo Continente a la segunda categoría del básket español. Y, por medio, un viaje muy largo desde Zagreb. El Unicaja se dio un buen madrugón, voló a Zúrich y desde allí a Málaga, donde aterrizó casi a las 16.00 horas.

¿Cansado? Segurísimo... Pero Karahodzic se incorporó con sus compañeros del Clínicas para jugar, desde las 21.00 horas en Carranque ante el Força Lleida. Francis Tomé no lo dudó un segundo y le puso en el cinco titular. Al descanso, el Clínicas se repuso de un mal arranque y dominaba el partido, con 5 puntos y 4 rebotes del balcánico. Tomé apenas le utilizó tras el descanso y acabó con esas cifras y 3 de valoración tras 18 minutos en la derrota del equipo: 66-74. Por desgracia para él, mañana domingo no podrá disputar su tercer partido de la semana. Hasta el mes de enero, el jugador no será cupo de formación y no podrá sustituir al lesionado Carlos Suárez en el Unicaja. En su lugar estará otro canterano, Romaric Belemene.

Lo cierto es que Karahodzic entiende de «palizas». La pasada semana, un extraño malentendido en el club provocó que no viajara con el Clínicas para jugar en Palencia en la LEB Oro y se quedó a entrenar con Plaza en el primer equipo. Se rectificó a última hora y el jugador voló el viernes por la mañana a Bilbao, tras entrenarse con los «mayores», y desde allí se fue en coche a Palencia (244 kilómetros). Por la noche jugó con el Clínicas Rincón y, cuando acabó el encuentro, regresó en autobús con el equipo vinculado. Otros 788 kilómetros entre pecho y espalda.