Jugar una Copa del Rey es algo «especial» para cualquier jugador. Y si encima la juegas contra el que ha sido tu equipo hasta hace tres semanas, pues más todavía. Ese es el panorama que se encontrará el próximo jueves Germán Gabriel, en el partido de cuartos de final del torneo del k.o de Las Palmas. Unicaja-Bilbao Basket. Presente verde contra pasado reciente negro. Un partido cargado de emociones para el júnior de oro, de vuelta por cuarta vez al club en el que se formó personal y deportivamente desde pequeñito.

¿Es usted consciente de la información privilegiada que maneja al conocer todos los sistemas de ataque y de defensa, los puntos fuertes y los débiles del rival del jueves en los cuartos de final de la Copa del Rey?

Es verdad que he estado cinco meses allí, pero el scouting en el baloncesto está a tal nivel de profesionalidad que la información que yo pueda aportar no es definitiva. Los sistemas, los partidos se ven por vídeo...

¿Le ha pedido Plaza que se convierta estos días en jugador-entrenador?

Por ahora no me ha dicho nada especialmente. Un fundamento que tiene Unicaja es fijarse en sí mismo. Eso es lo que he vivido estos 15 días que llevo aquí. Aquí es «nosostros, nosotros, nosotros...» y da igual a quién nos enfrentemos.

Dígame, ¿cuáles son los tres puntos fuertes del Bilbao Basket? ¿A quién hay que vigilar de forma especial?

Está claro que Mumbrú está en un ritmo increíble. Marko Todorovic está haciendo una gran temporada y lee muy bien el baloncesto. Para mí el termómetro es Raúl López, por la calidad que tiene. Puntos fuertes podría decir muchísimos. Quizás la preparación de los partidos que hace Sito Alonso, una persona enamorada del baloncesto. La clave del Bilbao es que no tiene un punto fuerte. Hacen muchas cosas bien.

¿En qué es manifiestamente mejor el Unicaja que su exequipo?

Son dos equipos que están muy igualados. Quizás la dinámica es la que le haya hecho al Unicaja ganar más partidos, pero a priori veo dos equipos muy igualados.

Supongo que mantiene buena relación con varios jugadores del Bilbao. ¿Ha hablado con ellos en las últimas horas o tiene pensado decirles algo?

No lo he hecho, pero si hablo con ellos no será de baloncesto.

Para usted, ¿es un partido especial? ¿Tiene algo que demostrar a alguien?

No es especial, es curioso. Son cosas de la vida, que sales de un equipo y juegas contra ellos a las tres semanas. No salí con rencor, además fue para venir a Málaga.

¿Ni siquiera con Sito Alonso, que le dijo en verano que no contaba con usted?

Él fue claro conmigo. El primer día que yo me presenté en Bilbao me dijo que no me quería en el equipo porque no podía aportarle lo que él necesitaba para que el equipo funcionara. Él me lo dijo y ya está. Esto es una profesión y es así. Él tiene su filosofía de trabajo y cada uno vela por lo suyo.

Lleva tres semanas en Málaga y todavía no tiene un rol importante de minutos en la rotación. ¿Llega esta Copa un poco pronto o ya está listo físicamente para ser importante en la pista?

Estar en el Unicaja y poder jugar ACB, Copa y Euroliga me llena de ilusión. Tengo ambición de jugar más minutos, pero lo importante es el equipo.

¿Cuáles cree que serán las claves de la eliminatoria del próximo jueves?

Mantener el nivel físico que mostramos cada día en los entrenamientos y en los partidos y concentrarnos en hacerles cometer el mayor número de errores posible.

¿Cómo llega el Unicaja a la Copa?

Llegamos tranquilos, el entorno también está tranquilo y creo que todos estamos centrados en que lo importante es el partido del jueves.

¿Quién va a ganar la Copa?

Sinceramente, no tengo ni idea. La Copa del Rey nunca se sabe quién va a ganarla. Yo lo que digo es que nosotros vamos preparados para ganar al Bilbao.

Habrá cerca de 300 aficionados del Unicaja en las gradas del Gran Canaria Arena. ¿Algún mensaje especial para ellos?

Que se note la «marea verde» como en todas las Copas del Rey en las que yo he estado y que disfruten de Las Palmas y de la experiencia, que va a ser algo increíble.