El ok de Germán Gabriel llegó ayer al mediodía. La agencia de representación del jugador dio el visto bueno al contrato por dos temporadas entre el club verde y el pívot malagueño, que ya contiene la firma del presidente de la entidad, Eduardo García. El jugador criado y formado en Los Guindos, desde Barcelona, dio ayer el «sí» definitivo. Volará a Málaga el lunes por la noche y el martes irá a Los Guindos, firmará de su puño y letra el documento y le estrechará la mano al máximo dirigente del club: asunto zanjado.

El Unicaja hará oficial ese mismo martes el compromiso con el pívot costasoleño. Aunque era su deseo, el jugador no podrá posar con la nueva equipación que el Unicaja presentará el lunes a las 11.00 horas en el edificio de Turismo Andaluz, en la malagueña calle Compañía.

Con Germán Gabriel, la plantilla 2015/16 del Unicaja ya tiene a 11 jugadores, el deseo del consejo de administración del club. Ahora se fomentará, más si cabe, el debate sobre la necesidad de tirar de canteranos y dejar un hueco para que los jóvenes vayan saliendo y entren en el primer equipo. O si, por el contrario, esa última plaza profesional es para Jon Stefansson, tal y como es expreso deseo de Joan Plaza.

Su última petición, la de fichar sí o sí a Germán Gabriel, ha sido atendida. Habrá seguro al menos once profesionales. Sólo la hipotética llegada del islandés Jon Stefansson, parada y empantanada a día de hoy, podría variar la estructura actual del equipo. El equipo, con el pívot malagueño de 2,07 metros y nacido el 16 de noviembre de 1980 en Caracas, suma una combinación más.

Cuando el cuerpo técnico y la dirección deportiva del club comenzaron a trabajar a fondo para preparar este próximo año tenían muy clara una cosa. El equipo necesitaba reforzarse con jugadores más poderosos en el aspecto físico, había que variar las piezas exteriores y contratar un perfil de pívot muy diferente, más determinante y dinámico, con más impacto en el juego del equipo.

Sólo la salida, esperada pero dura, de Jayson Granger rompió con los deseos establecidos. El base que ha dirigido los designios del Unicaja los dos últimos cursos rechazaba la idea de jugar en Málaga para cobrar dos millones de euros libres de impuestos por dos años en el Anadolu Efes turco.

El espejo más parecido al Granger que llegó a Málaga hace dos años con ganas de comerse el mundo era Nemanja Nedovic. Es cierto que se tantearon otras opciones, como la de Aaron Jackson u Oliver Lafayette, pero ninguna cuadraba con la economía del club. El serbio necesita ahora tiempo.

Junto a Stefan Markovic tendrá el apoyo de un compatriota y el complemento de un base más puro. Queda, eso sí, la duda de comprobar la respuesta ante una posible baja de Markovic, que este curso acusó problemas físicos en el pie y en la espalda, que le hizo ser baja en varios choques. Nedovic no es un director de juego y Morayo Soluade tampoco lo es. Sí que tiene ese perfil Alberto Díaz, canterano al que se pretende ceder. Tras dos temporadas fogueándose en la ACB quizá sea buen momento para que el malagueño encaje como tercer base, aunque no es el deseo de Plaza, que estima que Stefansson puede actuar también como «uno», tal y como hizo en momentos puntuales este año.

Las negociaciones con Jamar Smith y Edwin Jackson, antes incluso de que acabara la pasada campaña, hacen ver que eran dos jugadores pretendidos y queridos. Más físicos que Toolson y Vasileiadis. Más del estilo Plaza. Para correr y jugar con más velocidad. Ambos grandes tiradores.

También se negoció con Dani Díez desde la Copa del Rey y se la hecho hueco, junto a Mindaugas Kuzminskas, subiendo al puesto de «cuatro» a Carlos Suárez, el hombre de máxima confianza de Plaza. Esa plaza, en principio la más «débil», se refuerza y arropa con la continuidad de Will Thomas, la polivalencia de Germán Gabriel y la juventud de Kenan Karahodzic. Cuatro jugadores, todos muy distintos. Y con ese ahorro económico que el Unicaja hace sin el fichaje de un especialista, Joan Plaza se cubre las espaldas con la llegada, probablemente, más sonada del verano: Richard Hendrix. El pequeño pívot americano es un lujazo para este Unicaja, un jugador que le da un salto de calidad al equipo y que aporta intensidad y calidad.