Se llame Caja San Fernando, Cajasol, Banca Cívica, Sevilla Baloncesto o Real Betis Energía Plus, el Unicaja sigue siendo el dominador del baloncesto andaluz. Once títulos en diecinueve ediciones tras ganar ayer en Benahavís, sede de la XIX Copa Andalucía, donde impuso su baloncesto para vencer por 87-75. No fue un partido para guardar en la hemeroteca. La pretemporada es la pretemporada y los errores predominaron durante buena parte del duelo, especialmente en la primera parte. En la segunda, el Unicaja se despegó con un parcial de 21-4, impuso su mayor calidad, con tres pequeños jugando continuamente por fuera, con grandes minutos de Kyle Fogg y Nedovic, y un esperanzador debut del polaco Adam Waczynski.

El equipo cierra así la pretemporada, con vista al debut del viernes en la ACB en la pista del Real Madrid. Con sólo dos victorias y cuatro derrotas. Un bagaje negativo, pero con sensaciones positivas. Se ha visto una clara progresión. En cada partido, el equipo ha dado un pasito adelante. Ha mostrado cosas nuevas. La facilidad para ver aro de Fogg ante el Fenerbahce, el crecimiento de Viny contra el Madrid, el poderío exterior mostrado ante el Real Betis Energía Plus... Y, de la mano, una mejora como equipo, más compactado y sólido, con más buenos minutos seguidos, menos desconexiones.

Y eso que los errores fueron la tónica predominante en los cinco primeros minutos de partido de ayer, con los dos equipos tremendamente fallones, cerca y lejos del aro, con malos porcentajes de tiro y pérdidas muy tontas por parte del Unicaja: 4-8. Joan Plaza movió rápido su banquillo. Dio entrada a Fogg por fuera y a Brooks y Viny Okou por dentro, por Lafayette, Suárez y Musli. Más de medio equipo nuevo en apenas cinco minutos de partido. Pero es que su Unicaja no funcionaba en ataque y debía buscar soluciones. Incluso dio entrada a Adam Waczynski, que debutaba así con la camiseta del Unicaja, y que en su primer balón, cogió un rebote ofensivo, anotó, recibió falta y anotó el adicional. Jugada redonda. El partido siguió sin ritmo, cortado ahora con continuas faltas en el aro sevillano. De tiro libre en tiro libre, el Unicaja se puso por delante (18-16) y, tras un intercambio de triples entre Lorbek y Fogg, se llegó al final del primer cuarto: 21-19.

Las pérdidas de balón lastraban los tirones del equipo malagueño, incapaz de ser sólido durante un par de minutos. Luka Zoric, expívot del Unicaja ahora en Sevilla, asumió protagonismo en ataque, contrarrestado los cinco puntos consecutivos de Lafayette, con un tiro en suspensión y un triple tras una buena circulación de balón: 28-28. El partido pasó a jugarse desde la línea de 6.75 metros, con triples casi consecutivos para Smith, Lorbek y Suárez, que mantuvieron la igualdad: 34-34 a 3:40 del descanso. Un triple del debutante Waczynski puso al descanso al Unicaja por delante, con 39-36, al intermedio.

Plaza volvió a jugar con tres bajitos en el tercer cuarto. Ante la ausencia de Díez, lesionado en el tobillo derecho, y con el recién llegado Waczynski aprendiendo los sistemas, el entrenador metió a muchos pequeños. Comenzó el cuarto con Fogg, Alberto y Smith en el exterior, aunque el susto lo dio Brooks, que cayó sobre el pie de un rival y se echó mano al tobillo izquierdo. Quedó en nada, mientras el partido estaba más animado, pero salpicado de pérdidas de balón. El Unicaja aprovechó la confusión para poner la primera renta considerable: 49-40, a 5:50 del final del tercer parcial, tras canasta de Musli y triple de Fogg.

El banquillo sevillano se llevó una técnica al protestar una falta en ataque a Musli y Smith marcó los 13 de diferencia con otra «bomba»: 53-40. La renta llegó a los 15 puntos (55-40). El parcial era ya escandaloso. Desde el 34-36 de los últimos minutos del segundo cuarto al ecuador del tercero, el Unicaja había firmado un rotundo 21-4. Y la diferencia, tras triple de Nedovic, llegó a los 16: 58-42.

No se rindió el cuadro sevillano de Zan Tabak, donde no jugó el malagueño Alfonso Sánchez por un golpe en la muñeca. Vodjan Stojanosvki anotó ocho puntos consecutivos, uno detrás de otro, para hacer menguar la diferencia: 58-50. Nedovic, con una penetración, cortó la racha, y luego anotó otro tiro en suspensión para hacer que el Real Betis Energía Plus siguiera lejos en el último cuarto: 66-55.

Lafayette abrió con un triple el último acto y el intercambio de canastas entre malagueños y sevillanos propició que el Unicaja mantuviera siempre una renta superior a los 10 puntos (72-61,min.34). El Unicaja no se dejó recortar terreno, se mantuvo muy firme en defensa, con robos e intensidad. Tabak paró el partido (77-61, a 4:21). No quería dar mala imagen en esta Copa Andalucía el entrenador croata, expívot del Unicaja y ayudante de Joan Plaza en su etapa en Sevilla. El duelo en los banquillos de los dos amigos fue desigual, por los presupuestos de unos y otros y la batería de hombres que cada cual tiene a su disposición. Y eso que el Unicaja aún espera a Hamady N’Diaye, que Waczynski está recién llegado, que Dani Díez vio el partido con el tobillo derecho en reposo y que el temporero Juanjo García aún no ha firmado su compromiso bimensual.

El partido fue muriendo poco a poco en Benahavís, con Jeff Brooks muy activo y Alberto Díaz enchufando de tres: 87-67. Esa fue la máxima de esta XIX Copa Andalucía, en una recta final en la que Plaza jugó con un equipo de niños, con Alberto, Rosa, Ibáñez y Okouo, con Fogg como el «hermano mayor». El partido acabó y el cetro andaluz volvió a quedarse en las vitrinas de Los Guindos: 87-75. Son once títulos ya. Una corona que el Betis no gana desde que tenía a Joan Plaza en su banquillo. El viernes empieza lo bueno.