El Unicaja ha llegado al momento más importante de la temporada. Los ciclos de trabajo que se hacen en pretemporada establecen varios picos de forma a lo largo del curso. Y uno de esos picos ha llegado. Cuando febrero aparece en el calendario, el equipo debe estar hecho un reloj. El cuerpo técnico y los responsables de la preparación física y los servicios médicos funcionan en continua comunicación. Y ahora, el Unicaja ha llegado a ese primer «subidón» de forma física.

Es cierto que cada maestrillo tiene su librillo y que lo que prevalece ahora es mantener un ritmo alto en el aspecto físico, sin esos «dientes de sierra» tan complicados y difíciles de gestionar. Que el equipo esté bien durante toda la temporada, porque siempre hay objetivos que cumplir.

Pero el Unicaja este año sí que ha preferido realizar una larga «preparación» de varios meses y, desde hace unas semanas, ha dado un giro a su preparación física. Desde hace ya algunas sesiones de trabajo, los entrenamientos han bajado de intensidad. Mantienen la duración y el tiempo de trabajo, pero con menos intensidad. ¿Qué significa eso? Pues que los jugadores tienen las piernas más frescas, que han ganado explosividad y que hay más actividad en pista.

Todo eso genera que los malagueños estén menos cargados de piernas y que, además, todo el trabajo que se ha hecho durante el curso se refleje ahora en la pista. No es tiempo de guardarse nada, sino de mostrarlo y, más allá de cuestiones tácticas y de pizarra, el tema físico también pasa a jugar un factor determinante.

Ayuda a todo esto la línea de trabajo que se ha mantenido. Las continuas rotaciones con las que juega Joan Plaza hace que sus jugadores no estén «muertos» a estas alturas de temporada. El jugador con más minutos en la plantilla verde es, a día de hoy, Dejan Musli, con 23:02 minutos.

El trabajo del preparado físico, Diego Vázquez, también está siendo impoluto, como en su día el de Enri Salinas. El equipo no ha tenido lesiones físicas, por roturas de fibras o musculares. Sólo hubo que lamentarse de la lesión de Nemanja Nedovic, por un golpe. Más las típicas bajas de días por virus o gastroenteritis. El Unicaja llegará a punto a esta Copa del Rey.