La Copa del Rey ha dejado a varios jugadores «tocados» y alguno muy señalado por su actuación contra el FC Barcelona. Aunque, curiosamente, el que peor parado ha quedado ni siquiera saltó a la pista del Buesa Arena en los cuartos coperos. De ahí que se haya incrementado el debate sobre la situación de Oliver Lafayette. El base se ha convertido ya en el último jugador en la rotación exterior y fue el único que no llegó a jugar ni un solo minuto frente al FC Barcelona. A pesar de todo, el Unicaja no piensa en un cambio ni en buscar otras opciones para el debilitado puesto de base. Tuvo una opción hace un mes y medio y la dejó pasar. Y tampoco ahora se plantea realizar ningún cambio. Lafayette terminará la temporada en el Unicaja.

El bajo rendimiento del base americano con pasaporte croata ha sido una de las grandes decepciones del curso. Lafayette no aparece y Plaza ha perdido ya la paciencia con él. Ha ido descendiendo su participación y en la Copa ni siquiera jugó. Después de perseguirlo tres años en el mercado, ahora el entrenador no es capaz de sacar partido del jugador con pasaporte croata.

Es, desde luego, el jugador más señalado en esta Copa del Rey, más allá del mal partido de Adam Waczynski, un jugador que ha ido claramente a más en el último mes y medio. También llamó la atención la crítica pública de Plaza a su pívot titular, Dejan Musli.

Mensaje a Musli

El entrenador sorprendió en la rueda de prensa tras el partido al personalizar en él y acusarle de jugar a ritmos diferentes en ataque y en defensa. El Unicaja, Joan Plaza y todo aquel que ve baloncesto con asiduidad es muy consciente de las virtudes y defectos del serbio. De su tremendo talento en ataque y de su escasa actividad atrás, donde además es blandito. El toque de atención de Plaza reaviva un fuego que parecía apagado y un debate sin sustancia.