El Unicaja tiene un grave problema desde la línea del tiro libre en sus enfrentamientos contra el Valencia Básket. Los taronja han encontrado uno de los tendones de Aquiles del equipo malagueño y están estrujando al máximo esta parcela del juego para sumar puntos, restárselos a los cajistas y encontrar una vía por la que hacer daño, mucho daño, a los hombres que adiestra Joan Plaza. El tiro libre ha dejado de ser una simple anécdota entre los duelos de los dos equipos y se ha convertido, vistas las estadísticas de estos cinco choques disputados este curso, en un tema de capital importancia. Por ahí se está desangrando el Unicaja. Urge cambiarlo.

Unicaja y Valencia se han medido ya en cinco ocasiones durante la temporada: los dos partidos de la Fase Regular de la ACB, otros dos del Top 16 de la Eurocup y el de la final del pasado martes. En los cinco ganó el conjunto de Pedro Martínez. Y en todos ellos sacó una considerable ventaja desde la línea de 4,6o metros.

Las cuentas no fallan. Las cifras desde esta importante faceta del juego dejan muy claro que el equipo malagueño, en estos cinco enfrentamientos, está dejándose «robar» puntos y más puntos.

En total, el Unicaja ha ido al tiro libre en 58 ocasiones en estos cinco encuentros: 24 el primero, 14 el segundo, 7 el tercero, 11 el cuarto y sólo dos en el quinto. El Valencia, por contra, ha acudido a la línea de personal 75 veces. Es decir, ha tenido 17 tiros libres más que el conjunto malagueño.

La sangría es más dolorosa porque los porcentajes de tiro, para colmo, son realmente opuestos. El Valencia ha convertido el 80% de estos tiros. Es decir, de los 75 que ha tenido ha metido 60. Sin embargo, el equipo malagueño sólo ha transformado 37 de los 58. Un paupérrimo 63,7%. La diferencia en puntos ahí es abismal. Valencia ha logrado 23 puntos más por esta vía en estos cinco partidos. Es decir, una diferencia media por choque de 4,6 puntos. Parece una tontería, pero no lo es.

Esos 4,6 puntos de diferencia le habrían servido al Unicaja para, por ejemplo, ganar el pasado sábado en la ACB (81-77). Y, este martes, le hubiese permitido competir hasta el ultimísimo segundo en el estreno del play off de la gran final de la Eurocup: 68-62. Hablamos de tres posesiones más, tres tiros más, casi 5 puntos de diferencia. Una brecha brutal.

Y es que todas las alarmas saltaron el pasado martes, cuando el Unicaja sólo fue capaz de tirar dos veces desde la personal. Fue Viny Okouo. Y eso habla mal del Unicaja y de las alternativas ofensivas. Dice que hubo pocos desbordes, pocas penetraciones, pocos balones interiores, en definitiva. La baja de Musli ha sido importante en esta faceta, no cabe duda. Sin él, el Unicaja sólo ha generado 13 tiros libres en los dos partidos jugados recientemente ante Valencia. Pero con él, ya tuvo sólo siete intentos desde la personal en el encuentro de Top 16 en La Fuente de San Luis. Ha sido un mal endémico en estos últimos partidos.

Para ello, hay que intentar jugar otras opciones. Y, sobre todo, ser más agresivos con el balón, penetrar más a canasta. Es una de las especialidades de Nedovic, pero tuvo poco tiempo y no estuvo para nada afortunado.

Urge variar esta dinámica, porque el tiro libre está siendo clave en esta serie de encuentros entre Unicaja y Valencia, y, por el momento, la balanza está muy desequilibrada para los verdes.