El Unicaja ha perdido el primer partido de la serie de semifinales ante el Real Madrid gracias al espectacular rendimiento de Sergio Llull, máximo exponente del baloncesto español a este lado del charco y que ha decidido el partido cómo, cuándo y dónde ha querido. Con 14 puntos en el último cuarto (28 en total), muchos de ellos inverosímiles, el mallorquín ha destrozado las ilusiones verdes en un enfrentamiento en el que siempre han estado al acecho y compitiendo ante el campeón de la Liga Regular.

Y eso que el partido, en general, fue gris. Ninguno de los dos equipos estuvieron al nivel esperado. ¿Mucho respeto? Quizás sí, pero sólo el acierto de Llull ha marcado la diferencia. El Unicaja, en todo caso, ha perdido una buena oportunidad de pegar un puñetazo encima de la mesa ante un Madrid irregular y al que hoy sí se le podía haber metido mano.

El Unicaja comenzó mal, pobre en el rebote defensivo y sin acierto exterior e interior. El Madrid se fue 13 arriba después de que los verdes sumaran una ventaja de seis puntos, pero luego el partido se igualó y así continuó hasta que Llull quiso. Plaza ha querido mandar varios mensajes esta noche en el Wizink Center, dejando sin minutos a Fogg y con muy poco protagonismo de Musli, al que muy pronto ha sentenciado en favor de un inexperto Okouo.

Nedovic (18), Eyenga (8) y Omic (12) fueron los más acertados de un Unicaja que le faltó algo de fe para llevarse el primer partido. Toca lamerse las heridas y seguir, que el viernes, sin tiempo para lamentarse, llega el segundo asalto y en el mismo escenario (20:30 horas).