Dos arquitectos griegos, Laertis Antonios Ando Vassiliou y Pantelis Kampouropoulos, han diseñado la 'Casa Brutale', como la han denominado, incrustada en un acantilado con vistas al mar en un ejercicio de armonía entre el ser humano y la naturaleza y como forma de homenaje poético al estilo arquitectónico del brutalismo puro.

El brutalismo es un estilo formado por geometrías angulares repetitivas y que suele utilizar el hormigón como material principal de construcción, aunque no siempre. Surgió entre los años 1950 y 1970 y su nombre proviene del francés 'béton brut' (hormigón crudo), y que terminó por derivar en brutalismo.

En esta casa los arquitectos griegos han creado una obra que impacta sólo con verla. Metida entre la roca de un acantilado, tiene una piscina como techo con un fondo de cristal, con lo que se continua la línea visual con el Mar Egeo, situado justo frente al acantilado.

Más alta que ancha, el cristal y el hormigón son materiales protagonistas. En el interior impera el minimalismo, con una mesa de comedor hormigón con bancos de hormigón, chapados de madera caliente. Tiene una chimenea, dos habitaciones, trastero y cuartos de baño.