El hospital Virgen Macarena pondrá en marcha próximamente un dispositivo informático, creado por los especialistas del Servicio de Endocrinología Cristóbal Morales y Manuel Malagón, que ayuda en el tratamiento de pacientes diabéticos durante su estancia hospitalaria y en el ámbito extrahospitalario, denominado como 'Insulinator'.

Según ha informado el citado hospital en un comunicado, 'Insulinator' es un software interactivo de fácil manejo, que partiendo de parámetros como el peso del paciente o la dosis total de insulina previamente utilizada, según estuviera tratado con ésta o con antidiabéticos orales, irá aconsejando la dosis de insulina de comienzo y las correcciones en sucesivos días según los perfiles glucémicos obtenidos del paciente.

En este sentido, se trata de una herramienta que permite además la posibilidad de contemplar tanto al paciente que tolera alimentación oral como al que no puede ingerir alimentos. Otra de las características del programa, según palabras del doctor Morales, es que permite la posibilidad de dosificar el bolo o dosis de insulina rápida en las comidas, dependiendo de los hábitos de alimentación del paciente, así como el porcentaje de insulina basal.

La diabetes mellitus es una enfermedad de alta prevalencia, pues se estima que afecta al 25 por ciento de los pacientes hospitalizados y al seis por ciento de la población en general, con el agravante de "su notable aumento en los países industrializados en paralelo a la patología de la obesidad".

Asimismo, teniendo en cuenta la dimensión del problema sanitario que representa y que se trata de una enfermedad crónica y evolutiva que acaba provocando episodios graves como infarto, accidentes vascular cerebral, insuficiencia renal, ceguera y amputaciones, entre otros; este programa supone "un paso más en la mejora de la calidad de vida de los pacientes insulinodependientes".

Por otro lado, la insulina es un fármaco de difícil manejo, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como medicamento de alto riesgo, en el mismo orden que los anticoagulantes, por sus potenciales efectos adversos graves. Sin embargo, para Manuel Malagón, "existe la necesidad de utilizarla con frecuencia ya que en el ámbito hospitalario es el único medicamento que se aconseja para el control de esta enfermedad".