Mary Anne Goossens, la turista holandesa que fue rescatada del nacimiento del río Chíllar después de pasar 18 días incomunicada, ya se encuentra en su domicilio de Stramproy (Limburg). Apenas 24 horas después de recibir el alta hospitalaria en Vélez Málaga, este pasado viernes decidió partir en el único vuelo que los sábados comunica la Costa del Sol con Eindhoven.

Ayer, acompañada por su familia y con un aspecto «inmejorable» según sus propios allegados, partió a las nueve menos diez de la mañana del aeropuerto malagueño, con destino a una localidad que ha vivido intensamente su particular milagro y que le tenía preparada una multitudinaria fiesta.

Uno de los pasajeros de última hora en el vuelo de la compañía de bajo coste Transavia fue el portavoz de la familia, Antonio Díaz.

Este residente nerjeño de madre holandesa no quería perderse tan excepcional acontedimiento, así como la alegría colectiva de más de 5.000 habitantes de Stramproy que temieron durante semanas por la vida de su bibliotecaria.

«Estoy muy bien y os puedo garantizar que volveré a España muy pronto, porque es un país que me ha permitido sobrevivir y que desde el primer día que se anunció mi desaparición se ha volcado para ayudarme». Fue lo primero que quiso transmitir la propia Mary Anne a los periodistas que la esperaban en su tierra natal.

Los hijos insistieron en que ha sido una historia con final feliz, un «milagro» que durante la última semana casi habían descartado. Temieron por la vida de su madre, aunque algo dentro de ellos les mantenía con «cierta esperanza».

La familia reconoció que los servicios médicos habían recomendado para Mary Anne un reposo absoluto durante 48 horas. Pero, ante la buena forma física que presentaba la turista y la imposibilidad de volar hacia Eindhoven antes de las tres de la tarde de hoy, optaron por adelantar el regreso.

Mary Anne ya es una auténtica heroína nacional. Durante el trayecto de apenas 30 kilómetros entre el aeropuerto y su pueblo no dejaron de sucederse las llamadas de teléfono.

Familiares y vecinos querían ser los primeros en felicitarla. Fue una jornada inolvidable, como cada una de las que se han sucedido desde el miércoles, justo cuando a primera hora comenzaron las tareas de rescate con la seguridad de que esta mujer de 48 años se encontraba consciente y en buen estado.