Ajoblanco para un 'distante' Garzón

No gustó a casi nadie que el exmagistrado Baltasar Garzón sólo estuviese ayer presente en Almáchar a través de un «plasma». A pesar de que no está actualmente afincado en España, su reciente visita al Peñón de Gibraltar, donde llegó a reunirse con las autoridades locales, apuntaba a que recogería su premio en la XLV Fiesta del Ajoblanco y podría dar a conocer los motivos del encuentro, en pleno conflicto internacional.

Centenares de personas se agolpaban en una de las principales plazas de la localidad, cuando en vez de tomar la palabra se apagaron los focos y se encendió la luz de un proyector. No se lo esperaban ni algunos de los otros premiados en esta edición. «Tenía que haber estado aquí. Es lo lógico. Ha sido una sorpresa», subrayaba Antonio Chica, «alcalde en funciones» de la famosa panda de verdiales Primera de Comares, la del mítico Paco Maroto, que fue distinguido también. «La espantada lo mismo es porque va a defenderles el Peñón», explicaba otro compañero.

Al filo de la medianoche, la Policía Local cifró en más de 12.000 personas el número de visitantes de esta edición. Isabel Martín, una de las que a esa hora se acercaba a la verbena que servía de colofón a los actos programados, reconocía también que estaba ilusionada en ver al exjuez: «No es lo mismo así, en un pantalla. Pero se ve que tenía algo más importante».

Ana María Gutiérrez también se refería al gran ausente de la noche: «Queríamos verlo de cerca, pero al menos ha mandado al hijo con el vídeo donde nos ha explicado que tenía un compromiso». Otros visitantes lamentaban un error en la comunicación oficial que durante esta semana, en todos los medios provinciales -incluidas estas mismas páginas-, señalaba que el pregón de la fiesta comenzaba a las diez de la noche. «Nos hemos perdido casi todo, porque nos han dicho que ha empezado a las ocho. Ni siquiera hemos podido probar el ajoblanco. Otro año habrá que venir», manifestaba Antonio Márquez, vecino de Pizarra.

Antonio Torres sí que pudo disfrutar del «delicioso» manjar de la localidad, del que se repartieron en total más de 3.000 litros. Y no fue la única bebida con la que se agasajaron a los turistas y visitantes que se acercaron ayer hasta Almáchar, porque también se entregaron 100 litros de vino moscatel, unos 400 kilos de uvas y otros 100 de pasas, «pese a la actual crisis económica que atraviesan las administraciones públicas», como reconocía uno de los voluntarios que desde hace dos décadas colabora en al organización.

Nada más concluir el pregón del exdirector de Canal Sur en Málaga, Juan Luis Navarro, y de que se repartiesen los Premios Ajoblanco, el alcalde, José Gámez (IU), ejerció de anfitrión para acompañar a la comitiva institucional en un recorrido por las principales calles del casco histórico. Hubo representantes de la bodega Jorge Ordoñez, acreedora del premio provincial, el reseñado verdialero Paco Maroto -comarcal- y Cáritas -local-.

La verbena nocturna en la plaza Axarquía, que se prolongó hasta la madrugada e incluyó la elaboración de una «paella gigante» para todos los asistentes, tomó el relevo a la velada flamenca que en la plaza de España puso las notas más folclóricas.