­La Fiscalía de Málaga pide a la titular del Juzgado de Instrucción número 9 de la capital, encargada de tramitar las diligencias a raíz de la muerte del pequeño Julen, que cite a declarar en calidad de investigado al propietario de la finca de Totalán donde se encuentra el pozo, David Serrano. Dicha petición parte de la comisión de un presunto delito de homicidio imprudente.

Según fuentes judiciales consultadas por este periódico, la solicitud también incluye, pero en calidad de testigos, que se citen a declarar a una docena de personas. En esa relación aparecen el padre y la madre de Julen; el pocero que hizo la perforación a finales del pasado año y que defiende que dejó el pozo tapado; varios agentes de la Guardia Civil; tres senderistas a los que alertaron varios gritos y se presentaron los primeros en el lugar de los hechos; la persona que realizó la zanja junto al talud hallado en las inmediaciones de la perforación y la pareja del propietario de la finca.

Las peticiones parten de las pesquisas que la propia Guardia Civil ya ha remitido al Juzgado, mediante nuevos informes que amplían lo descrito en primera instancia. Con esta documentación, la Fiscalía ya considera que pueden elevarse varias hipótesis de los instantes previos a la caída de Julen y, por lo tanto, ya sería el momento de depurar las responsabilidades penales si las hubiera.

Como ya se informó, la juez titular del número 9 de Málaga fue la encargada de abrir las primeras diligencias a raíz de la desaparición del menor. A las mismas se han incorporado progresivamente nuevos informes para poder conocer todos los detalles sobre este suceso, cuyo rescate dio la vuelta al mundo y movilizó a más de 300 personas y a unos 200 periodistas. En base a toda la documentación se pretende determinar si hubo responsabilidades penales en el fallecimiento de Julen.

El cuerpo del pequeño fue localizado al filo de la una y media de la madrugada del pasado sábado 26 de enero por los equipos de rescate que iniciaron su labor apenas un día después de la caída, que se produjo el domingo 13 de ese mismo mes. Aunque el pozo tenía un diámetro de apenas 25 centímetros, el niño de dos años cayó hasta una profundidad de más de 70 metros. La autopsia posterior determinó que Julen había fallecido el día de la caída.

El dueño de la finca, David Serrano, declaró inicialmente como testigo ante la Guardia Civil y la pasada semana ofreció una rueda de prensa en la que dijo que el día del accidente protegió «con dos bloques de hormigón el agujero»protegió «con dos bloques de hormigón el agujero, que previamente había perforado una empresa especializada y que, según él, «había dejado abierto».

Además, expresó que ya advirtió del peligro de que alguien pudiera meter un pie, pero que jamás imaginó que un niño pudiera caber por ese agujero. «Eso yo nunca me lo voy a perdonar, el que no haya visto ese peligro allí», manifestó en rueda de prensa.

«Jamás en mi vida pensé que por ahí cabía un niño», lamentó. El equipo jurídico que actualmente lo representa defendió en la propia rueda de prensa que su cliente «en ningún momento tuvo percepción de ese peligro real». También indicaron ante los medios de comunicación que se había intentado tramitar su personación ante el Juzgado «en calidad de parte interesada», pero que dicha petición fue rechazada.

Respuesta de su abogado

Ayer, el propio representante jurídico de David Serrano, Antonio Flores, nada más conocer la petición de la Fiscalía mostró su sorpresa al saber que el pocero declarará en calidad de testigo. Agregó que la petición sobre su cliente todavía no se ha acordado, aunque expresó que entiende «que lo van a hacer».

Argumentó que una vez que ya sean parte del procedimiento judicial se pedirán «las diligencias oportunas», como parte de la defensa de David Serrano. No obstante, tachó como «una barbaridad» que el encargado de realizar la perforación acuda como testigo. «Es un señor que hizo el pozo y que genera ese riesgo al no sellarlo convenientemente como dice la ley, nos sorprende que pueda ir de testigo ¿De qué?», matizó el propio abogado.

El equipo jurídico que representa al propietario de la finca en la que se localiza el pozo por el que cayó Julen sostiene que no puede haber «una presunción de culpabilidad», pero considera que la única responsabilidad penal, si la hubiese, sería de «ese profesional». También consideran los representantes jurídicos de Serrano que se produjo un accidente «que no era previsible».

El dueño de la finca declaró inicialmente como testigo ante la Guardia Civil. Esta solicitud de la Fiscalía lo llevaría a declarar de nuevo, igual que al pocero, pero cada uno en un situación bien diferente. Este miércoles, el autor de la perforación declinó dar nuevos detalles.