El pawpaw es un fruto exótico muy poco común que se diferencia del resto de frutas de colores y sabores llamativos por no pertenecer al clima subtropical sino que se cultiva en zonas frías en las que soporta temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, y es la única de la familia del chirimoyo (anonáceas) con esta característica térmica.

Esta fruta, originaria de la parte sur y centro de EEUU y de la familia del chirimoyo, está siendo estudiada en el IHSM La Mayora CSIC-UMA por un grupo de expertos referentes en biología reproductiva de las anonáceas en 15 variedades diferentes para conocer a largo plazo sus características y adaptabilidad.

Este equipo está formado por Iñaki Hormaza, profesor Investigador del CSIC: Jorge Lora, científico titular del CSIC, y Cristina Ferrer, estudiante de doctorado, que trabajan desde hace más de tres años en la reproducción del pawpaw para conocer las posibilidades de esta fruta que solo se cultiva a nivel local por ser un fruto muy delicado.

Ferrer ha explicado en declaraciones a Efe que esta fruta -cuyo nombre científico es asimina triloba- es una especie de la que de cada flor nace un racimo de al menos tres frutos, es muy interesante ya que "es el único género de la familia de las anonáceas, a la que también pertenecen las chirimoyas, que está adaptado a zonas frías".

Este grupo de investigadores ha secuenciado el genoma del pawpaw en un proyecto financiado por la Universidad de Harvard para "conocer sus características" tan peculiares que la diferencian del resto de anonáceas que sí se cultivan en climas cálidos.

"Esta fruta se cultiva en el sur y centro de EEUU y se comercializa a nivel local ya que no tiene una red muy extendida por ser una cosecha muy corta y por la delicada piel que tiene que se magulla con facilidad, al igual que la de la chirimoya", ha señalado Ferrer, que ha destacado que el uso mayoritario del pawpaw es la venta de su pulpa congelada para hacer helados y tartas.

Ha señalado que esta fruta tiene presencia en zonas frías de Europa como Rusia y Transilvania pero no como explotación comercial por sus cualidades, por lo que estudian especialmente las variedades y sus flores para conocer la reproducción de este cultivo en el laboratorio.

El pawpaw, particularmente en racimo de tres o más piezas dependiendo del grosor de la rama o de la luz que obtenga y con un tamaño por fruto de entre 13 a 14 centímetros, es de color anaranjado y tiene un sabor "entre plátano, mango y piña" de gran dulzor.

El Científico Titular del CSIC que investiga también sobre este fruto, Jorge Lora, ha explicado a Efe que ya se ha realizado en el instituto "un estudio sobre la biología reproductiva del chirimoyo y sobre la polinización y desarrollo de la flor", un conocimiento que quieren utilizar en el estudio del pawpaw.

Lora ha señalado que con este estudio anterior sobre chirimoyo se busca conocer en el pawpaw "qué variedades son mejores para su reproducción aquí y cuáles van a estar mejor adaptadas al frío".

Este cultivo es "una alternativa" para las zonas de la alta Axarquía o del interior de la península en las que "no es posible un cultivo de subtropicales" por tener características climáticas más frías pero que con el pawpaw podrían obtener frutas de sabor exótico.